RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS (EFE).- En Estados Unidos, los migrantes indocumentados han realizado una contribución significativa a la economía, pese a estar en el punto de mira de la administración de Donald Trump y de la agencia migratoria ICE. Según datos del Consejo estadounidense de Inmigración (AIC), en 2023 había un total de 47,8 millones de inmigrantes (entre documentados e indocumentados) que pagaron 651.900 millones de dólares en impuestos.
De ese total, los hogares de inmigrantes sin documentación aportaron 89.800 millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales, y contaban con un poder adquisitivo de 299.000 millones.
Además, de acuerdo al Centro de Estudios de Migración, en julio de 2023 había 11,7 millones de personas indocumentadas en el país. La fuerza laboral de estos inmigrantes es considerable: según Pew Research Center, en 2022 más de 30 millones de inmigrantes trabajaban en EE.UU., de los cuales 8,3 millones eran indocumentados. Las industrias que más emplearon a personas indocumentadas fueron la construcción (13,7 %), la agricultura (12,7 %), la hostelería (7,1 %), los servicios generales (6,5 %) y el comercio al por mayor (5,5 %). Otros sectores importantes fueron transporte y almacenamiento, manufactura, servicios profesionales, comercio al por menor y minería.
Por otro lado, el AIC destaca que casi uno de cada cuatro empresarios en Estados Unidos es inmigrante. En 2024, 230 empresas de la lista Fortune 500 fueron fundadas por inmigrantes o sus hijos, incluyendo importantes compañías tecnológicas como Tesla, Nvidia y Super Micro Computer.
El Instituto de Tributación y Política Económica (ITEP) estima que sus contribuciones fiscales podrían aumentar hasta 136.900 millones de dólares anuales, lo que fortalecería aún más la recaudación fiscal y los sistemas de seguridad social.
Pérdidas
Sin embargo, el programa de deportaciones masivas impulsado por el Gobierno federal e ICE ha provocado protestas, como las recientes en Los Ángeles, donde se desplegaron 2.000 miembros de la Guardia Nacional para apoyar las redadas. Según el informe de 2024 del AIC, estas deportaciones generarían “importantes trastornos laborales” en sectores clave: la construcción y la agricultura perderían uno de cada ocho trabajadores, y en la hostelería uno de cada catorce empleados sería afectado.
El AIC advierte que se perderían 46.800 millones de dólares en impuestos federales, 29.300 millones en impuestos estatales y locales, 22.600 millones en Seguridad Social y 5.700 millones en Medicare. Además, el Producto Interno Bruto (PIB) del país podría caer entre un 4,2 % y un 6,8 %. El Instituto Peterson de Economía Internacional estima que la deportación de entre 1,3 y 8,3 millones de indocumentados podría reducir el PIB hasta un 7 % para 2028.
La salida masiva de inmigrantes indocumentados reduciría los ingresos fiscales a nivel local y estatal, lo que afectaría la financiación de servicios públicos esenciales. Además, se agravaría la desintegración familiar y las tensiones sociales en las comunidades más vulnerables.
En conclusión, los inmigrantes indocumentados no solo forman parte vital de la fuerza laboral estadounidense, sino que también contribuyen con miles de millones en impuestos y son impulsores clave del emprendimiento y la innovación. Las políticas migratorias restrictivas podrían poner en riesgo la estabilidad económica y social del país, mientras que la regularización de estos trabajadores tiene el potencial de fortalecer la economía y promover una mayor inclusión.
