RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La exprocuradora general de la República, Miriam Germán Brito, ofreció este martes un emotivo discurso durante una audiencia de reconocimiento organizada por el Tribunal Constitucional con motivo del Día Internacional de las Juezas.
En su intervención, Germán Brito instó a quienes aspiran a ingresar a la carrera judicial a comprender el papel fundamental que desempeñan en la sociedad, a asumirlo con humildad y a reconocer que son servidores públicos al servicio del pueblo.
Durante su discurso de 19 minutos, realizado en el Auditorio de la Suprema Corte de Justicia, la magistrada destacó las dificultades a las que se enfrentan los jueces, como los maltratos y las calumnias a las que son sometidos al llevar a cabo su labor.
En particular, dedicó parte de su intervención a referirse a un “sepulturero de 50 años de amistad”, cuyo nombre evitó mencionar, quien ha difamado su trabajo y el de la Procuraduría General de la República.
Germán Brito expresó que los aspirantes a jueces deben tener la valentía de hacer lo correcto sin temer las consecuencias, recordando que el camino no siempre será fácil.
“No todo va a ser ‘rosas’, porque van a tener castigos inmerecidos en la función pública”, señaló, instando a la juventud a enfrentar las adversidades con coraje.
La exprocuradora también reflexionó sobre la justicia, indicando que no debería ser un proceso que golpee solo a los más humildes.
“Los humildes, los que no tienen voz, deben recibir nuestra atención”, expresó, señalando que, después de la exclusión que enfrentan, no se puede permitir que reciban más injusticias.
Además, subrayó que los jueces tienen derecho a pensar y mantener su criterio político, pero advirtió contra clasificar a las personas en dos grupos, aquellos que piensan como ellos y los que no.
Otro de los temas abordados fue la maledicencia, que la magistrada describió como un antivalor representado por personas peligrosas dentro del sistema judicial.
Según ella, hay quienes se consideran dueños de la verdad, lo que hace difícil el trabajo en equipo dentro del ámbito judicial.
En relación con su propia experiencia, Germán Brito denunció las falsas acusaciones de un “sepulturero” que, según dijo, había sido su amigo durante 50 años.
La magistrada afirmó que este individuo ha propagado mentiras sobre la labor de la Procuraduría, mencionando que se habían incluido personas en expedientes por capricho, lo cual negó rotundamente.
“Me duele en el alma que esa persona se haya proclamado sepulturero de 50 años de amistad”, lamentó.
El acto de reconocimiento fue encabezado por el presidente del Tribunal Constitucional, Napoleón R. Estévez Lavandier, quien destacó la huella imborrable que Germán Brito ha dejado en la justicia dominicana.
Estévez Lavandier resaltó la importancia de rendir un merecido homenaje a la magistrada, cuyo trabajo ha marcado un antes y un después en el sistema judicial del país.
Este evento también incluyó un video testimonial en honor a la exprocuradora, y varios jueces del Pleno ofrecieron palabras de reconocimiento a su destacada trayectoria.