RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO. – En una pintoresca casa de dos pisos, que evoca el encanto colonial de Santo Domingo, se encuentra el Museo del Larimar, un tesoro cultural y natural que cautiva a visitantes locales y extranjeros por igual.
Ubicado en la calle Isabel la Católica 54, este museo alberga la colección más grande de piedras larimar del mundo, una gema semi-preciosa exclusiva de la República Dominicana.
El larimar, descubierto por primera vez en la década de 1970 por Miguel Méndez en Barahona, ganó renombre internacional por sus tonos azules y verdes únicos, que se asemejan al mar Caribe. Desde entonces, el larimar se ha utilizado en la creación de joyería fina, incluyendo aretes, anillos y dijes, a menudo combinado con plata para resaltar su brillo natural.
Para los curiosos y amantes de la joyería, el Museo del Larimar ofrece una experiencia educativa gratuita, donde se puede explorar desde el estado natural de la piedra en la roca hasta sus variadas formas y cortes. Los visitantes son recibidos con una escalera adornada con un pasamanos hecho de resina y larimar, que anticipa la belleza que aguarda en la segunda planta del museo.
«Mi interés es únicamente mirar, mirar y mirar», menciona una visitante entusiasta, mientras admira las exhibiciones que incluyen troncos carbonizados encontrados en las minas de larimar y réplicas de los túneles mineros donde se extrae esta gema preciosa. Vitrinas detallan la esencia y origen del larimar, mientras que adornos femeninos realzan su uso en la moda contemporánea.
El Museo del Larimar es parte de los esfuerzos de AMBASA, una iniciativa encabezada por Jorge y Arelis Caridad, para crear una red educativa de museos privados en la República Dominicana. Junto con el Museo del Ámbar, AMBASA busca promover la cultura y la historia dominicana a través de estos espacios educativos accesibles para todos.