RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La cuarta temporada de la serie española Machos Alfa, una de las comedias más vistas de Netflix, incluyó en su rodaje las playas de la República Dominicana, consolidando al país como un destino estratégico para la industria audiovisual internacional.
La producción, a cargo de los creadores de La que se avecina, finalizó recientemente su etapa de grabación en suelo dominicano. Esta elección refuerza la imagen del país como un escenario atractivo y competitivo para producciones de alto perfil, al tiempo que proyecta sus paisajes a audiencias globales.
Aunque la serie no recurrió a los incentivos fiscales que ofrece la Ley de Cine dominicana, sí integró talento técnico local formado bajo el marco de dicha legislación. La presencia de profesionales como Ana Belén Domínguez B., en el área de cámara y video assist, y Manny Medina, asistente y operador de cámara, junto a la empresa especializada Sunny Dreams, evidencia el nivel profesional que ha alcanzado el sector audiovisual en el país.
Además del impacto visual, la grabación en República Dominicana tuvo un efecto directo en la economía local mediante la contratación de servicios, generación de empleo técnico y consumo de bienes y logística, aspectos que forman parte del ecosistema de la llamada economía naranja.
Sobre la producción de la serie
Los creadores de la serie, Alberto Caballero, Laura Caballero y Daniel Deorador, apuestan por escenarios que acompañen con autenticidad las tramas de Machos Alfa, centradas en los retos de la masculinidad contemporánea en clave de humor.
La inclusión de locaciones dominicanas contribuye a enriquecer ese enfoque con una dimensión estética caribeña de alta calidad.
La proyección de estas locaciones en una plataforma de consumo masivo como Netflix también impulsa el turismo cinematográfico, tendencia global que transforma los destinos vistos en pantalla en puntos de interés para viajeros.
Esto se suma a una lista de producciones internacionales que eligen a la República Dominicana por su infraestructura técnica, su capital humano especializado y sus costos competitivos. Con ello, el país continúa afianzándose no solo como locación, sino como socio en el desarrollo de contenidos audiovisuales con alcance global.
Fuente: Cine Dominicano