RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Una innovadora tecnología desarrollada por investigadores de la Universidad de California Riverside podría revolucionar la producción de biocombustibles de próxima generación, haciéndolos rentables y neutrales en carbono.
Este avance, centrado en el uso eficiente de la lignina, componente principal de las plantas, podría allanar el camino para una economía más sostenible y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
El director de la investigación, Charles Cai, profesor asociado de la Universidad de California Riverside, lideró el desarrollo de CELF, una tecnología de pretratamiento de biomasa que utiliza tetrahidrofurano (THF) para mejorar la extracción de lignina. Este enfoque innovador permite una mayor eficiencia en la utilización de la materia vegetal, reduciendo los costos y minimizando el impacto ambiental.
El estudio, publicado en Energy & Environmental Science, destaca los beneficios económicos y ambientales de una biorrefinería CELF en comparación con métodos anteriores de producción de biocombustibles. Utilizando madera dura de álamo como materia prima, los investigadores demostraron que se podría producir combustible de aviación sostenible a un precio competitivo, incluso más bajo que el costo actual del combustible para aviones en Estados Unidos.
Además, la tecnología CELF propone la producción de productos químicos renovables, que podrían utilizarse en la fabricación de bioplásticos y compuestos aromatizantes para alimentos y bebidas. Estos productos químicos ayudarían a capturar parte del carbono de la biomasa vegetal, reduciendo aún más la huella de carbono del proceso de producción.
El gobierno de Estados Unidos emite créditos para la producción de biocombustibles, lo que podría aumentar la rentabilidad de las operaciones de biorrefinería CELF. Con una tasa de rendimiento superior al 20%, estas operaciones podrían contribuir significativamente a la reducción de las emisiones de carbono y a la creación de empleos en el sector de la energía renovable.
Este avance representa un paso importante hacia un futuro más sostenible y resiliente, donde los biocombustibles juegan un papel fundamental en la transición hacia una economía baja en carbono. Con la tecnología CELF, la República Dominicana y otros países podrían aprovechar su abundancia de biomasa vegetal para reducir su dependencia de los combustibles fósiles y promover un desarrollo más equitativo y sostenible.