RDÉ DIGITAL, EL SALVADOR.- El nuevo Congreso salvadoreño se instaló este pasado miércoles bajo el control total del partido Nuevas Ideas, liderado por el presidente Nayib Bukele. Con una impresionante mayoría de 54 escaños legislativos de un total de 60, el partido oficialista y sus aliados aseguran una influencia sin precedentes en la legislatura.
El diputado Ernesto Castro, representante de Nuevas Ideas, fue reelegido para presidir el Congreso unicameral durante los próximos tres años. Asimismo, los diputados Suecy Callejas y Rodrigo Ayala, también del partido oficialista, fueron ratificados como vicepresidentes, junto con Elisa Rosales como primera secretaria de la junta directiva.
En un movimiento que excluyó a los diputados de la oposición, dos representantes de partidos aliados fueron designados para ocupar las secretarías restantes en la junta directiva.
En una controvertida medida solicitada por Bukele y aprobada en junio de 2023, el Congreso redujo el número de legisladores de 84 a 60 a partir del 1 de mayo de 2024. Esta acción otorgó al oficialismo un dominio aún más consolidado, con 54 de las 60 curules bajo su control.
El Partido de Concertación Nacional, aliado de Bukele, obtuvo dos escaños, mientras que el Partido Democracia Cristiana, también aliado del mandatario, aseguró uno. La oposición logró solo tres curules, dos pertenecientes a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y uno al partido conservador VAMOS.
Con esta distribución de curules legislativas, Nuevas Ideas no necesitará negociar con ningún otro partido y tendrá la capacidad de aprobar importantes decisiones, incluyendo el presupuesto general de la nación, préstamos internacionales, emisión de deuda, regímenes de excepción, así como la elección de importantes cargos como el fiscal general y los integrantes de la Corte Suprema de Justicia.
Además, el partido oficialista tendrá la capacidad de proponer y ratificar reformas constitucionales sin obstáculos. En una reciente modificación del artículo 248 de la Constitución de 1983, solicitada por los diputados de Nuevas Ideas, se permite la reforma constitucional en una misma legislatura con el voto de las tres cuartas partes de los diputados electos.
Esta medida ha generado críticas tanto de políticos de oposición como de más de 12 organizaciones de la sociedad civil, quienes argumentan que el proceso de reforma constitucional no fue consultado adecuadamente y socava los principios democráticos.
En su primera sesión, el nuevo Congreso también aprobó reformas en su reglamento interno, incluyendo sanciones para diputados ausentes en comisiones, la reestructuración de dichas comisiones, y otorgando facultades al presidente de los legisladores para convocar sesiones virtuales en casos de conmoción interna, garantizando máxima publicidad.
