RDÉ DIGITAL, HAITÍ.- La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó este jueves sobre el grave riesgo de hambruna en Haití, señalando que la violencia creciente en el país ha llevado a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria.
Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la situación en Haití ha alcanzado un punto crítico en Latinoamérica, debido al desplazamiento forzado de poblaciones y el impacto en el acceso a alimentos y ayuda humanitaria.
De acuerdo con el informe de la ONU sobre puntos críticos de hambre, que abarca desde noviembre de 2024 hasta mayo de 2025, Haití es el único país latinoamericano que enfrenta este nivel de inseguridad alimentaria aguda, con una población desplazada de más de 702,000 personas.
La violencia armada ha incrementado el desplazamiento en regiones fuera de la capital, Puerto Príncipe, y ha afectado el funcionamiento de los mercados, empujando al alza la inflación de los alimentos y limitando la capacidad de los hogares más vulnerables para adquirirlos.
Factores agravantes: crisis económica, baja producción y clima adverso
La FAO y el PMA advierten que la crisis podría empeorar debido a varios factores: una economía debilitada, la baja producción de cereales registrada en 2024 y los efectos del fenómeno meteorológico de La Niña, que podría provocar fuertes inundaciones.
Asimismo, el riesgo de una temporada de huracanes más intensa de lo normal añade una nueva amenaza para la seguridad alimentaria en el país.
Los organismos de la ONU estiman que aproximadamente 5,4 millones de personas en Haití, casi la mitad de su población, podrían enfrentarse a niveles críticos de inseguridad alimentaria hasta febrero de 2025.
Entre estos, alrededor de 6,000 personas desplazadas en el área metropolitana de Puerto Príncipe se encuentran en condiciones de inseguridad alimentaria extrema.
Acceso a alimentos y mercados en riesgo
La presencia de grupos armados ha dificultado la entrega de ayuda humanitaria y el acceso a alimentos en diversas zonas del país, con perspectivas de empeoramiento a medida que la inflación sube y los precios de alimentos básicos se tornan inasequibles para muchos hogares.