RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó por unanimidad un tratado destinado a prevenir y combatir la ciberdelincuencia, enfocado especialmente en el abuso de menores y el blanqueo de capitales. Este tratado, que debe presentarse ante la Asamblea General para su oficialización, representa un hito tras tres años de negociaciones.
El documento, impulsado en 2017 por Rusia, contó inicialmente con la oposición de Estados Unidos y naciones europeas. Entrará en vigor una vez sea ratificado, aunque ha generado preocupación en varios sectores.
Rusia, uno de los principales promotores, expresó su descontento al considerar que el tratado incluye salvaguardias de derechos humanos que, en su opinión, responden a intereses egoístas bajo el pretexto de valores democráticos.
Activistas y organizaciones como Human Rights Watch han advertido sobre los posibles peligros del tratado, señalando que podría convertirse en una herramienta de represión y vigilancia estatal. Deborah Brown, directora adjunta del departamento de Tecnología de HRW, indicó que el tratado enfrentará escrutinio y oposición pública debido a su potencial impacto en los derechos humanos.
Los críticos temen que el tratado extienda la vigilancia gubernamental, especialmente en el contexto de la cooperación transfronteriza, sin garantizar adecuadas protecciones contra posibles abusos de poder. Por ello, afirman que podría convertirse en un instrumento de “vigilancia” global con fines represivos.