RDÉ DIGITAL, NACIONES UNIDAS.- Este 26 de junio se cumplen 80 años de la firma de la Carta de las Naciones Unidas en San Francisco, acto fundacional de la organización multilateral más grande del planeta. Sin embargo, los festejos llegan en un momento marcado por tensiones geopolíticas, recortes presupuestarios y escepticismo sobre su papel actual.
“Desde el fin de la Guerra Fría, la ONU ha sobrevivido a momentos críticos como Ruanda o Irak. “Pero este es un momento particularmente difícil”, advirtió Richard Gowan, del International Crisis Group.
Consejo de Seguridad paralizado y falta de reformas
Uno de los principales focos de crítica es la inacción del Consejo de Seguridad, incapaz de actuar ante emergencias internacionales por el poder de veto de sus cinco miembros permanentes. Este estancamiento ha impedido resoluciones contundentes frente a conflictos como los de Gaza, Ucrania o Sudán.
Para analistas como Romuald Sciora, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), la organización vive una lenta erosión: “No desaparecerá de golpe, pero sí podría desvanecerse políticamente, convirtiéndose en una sombra de lo que fue”.
Multilateralismo en crisis
Los expertos coinciden en que el colapso no es solo responsabilidad de la ONU. “Los estados miembros han demostrado incapacidad para reformarla o para actuar colectivamente”, afirman desde el Atlantic Council. La tendencia global hacia el unilateralismo ha socavado aún más los principios fundacionales de cooperación.
Gissou Nia, del mismo centro de estudios, lamenta que el mundo se aleje de los ideales de 1945: “Nos estamos acostumbrando a la ley del más fuerte”. “A pesar de sus fallos, la ONU sigue siendo una barrera contra la barbarie
Recortes, despidos y planes de reforma
El secretario general António Guterres ha impulsado la iniciativa ONU80, que contempla una profunda reestructuración administrativa y operativa. Esta incluye la eliminación de miles de puestos con el objetivo de hacer más eficiente una institución marcada por la burocracia.
“Sí, merece crítica, pero también reconocimiento”, dijo Gowan, recordando el rol activo de programas como el Programa Mundial de Alimentos, que asistió a más de 100 millones de personas en 2024.
Un foro necesario, aunque imperfecto.
A pesar de los cuestionamientos, la ONU sigue siendo un espacio donde incluso los mayores adversarios diplomáticos pueden dialogar. Para muchos países pequeños, representa el único escenario internacional en el que su voz puede ser escuchada.
“La ONU no es perfecta, pero sería mucho peor no tenerla”, concluye Sciora. Mientras los líderes del mundo se reúnen para conmemorar su creación, el desafío es claro: reformarla o resignarse a su irrelevancia progresiva.