RDÉ DIGITAL, EL VATICANO.– A menos de dos semanas de su elección, el papa León XIV ya ha comenzado a delinear el tono de su pontificado con decisiones que combinan continuidad, restauración y gesto político. Una de sus primeras medidas ha sido restablecer la tradicional gratificación de 500 euros a cada trabajador del Vaticano, suspendida por su antecesor, el papa Francisco I, en 2021 como parte de una estrategia anticorrupción.
Esta bonificación, conocida informalmente como “propina papal”, representa una práctica de más de 500 años de antigüedad que había sido eliminada para limitar el dispendio en las finanzas vaticanas. El gesto costará a las arcas unos 2,5 millones de euros y fue recibido con entusiasmo por el personal del Estado Pontificio. León XIV anunció la medida justo antes de una audiencia general con los empleados, en un gesto que también refuerza su cercanía pastoral.
El papa, nacionalizado peruano, ha optado por un nombre con fuerte carga simbólica. Con la elección de “León XIV”, rinde homenaje a León XIII, pionero de la doctrina social de la Iglesia, autor de la encíclica Rerum novarum (1891), que defendió los derechos laborales en plena Revolución Industrial.
Francisco I y los frenos financieros
La gratificación había sido eliminada por el papa Francisco como parte de un paquete de reformas orientadas a mejorar la transparencia y frenar los abusos financieros en la Curia. En paralelo, impuso topes a los regalos personales (máximo 40 euros), prohibió el uso de paraísos fiscales, y exigió declaraciones de integridad a todos los cargos administrativos vaticanos.
Estas medidas respondieron a escándalos como el del ex cardenal Theodore McCarrick —acusado de abusos sexuales—, el del cardenal Angelo Becciu —condenado a cinco años y medio de prisión por corrupción— y el del intermediario Gianluigi Torzi, involucrado en la ruinosa compra de un inmueble en Londres.
Aunque León XIV ha reactivado la gratificación, no se han derogado las otras disposiciones financieras de su antecesor.
Viaje papal: el retorno a las raíces latinoamericanas
El papa León XIV anunció también su primera gira internacional, que incluirá a Perú, Argentina y Uruguay. Según el cardenal uruguayo Daniel Sturla, esta elección corrige un vacío emocional y pastoral dejado por Francisco I, quien nunca visitó su natal Argentina ni Uruguay durante su pontificado.
Sturla elogió al nuevo pontífice como un hombre de escucha profunda y prudencia reflexiva, subrayando que su elección fue producto de un consenso claro en la tercera ronda del cónclave. Con un liderazgo más pausado que su predecesor, León XIV buscará tender puentes en una Iglesia que aún enfrenta divisiones internas y desafíos de credibilidad global.
Este equilibrio entre el retorno a gestos simbólicos, como la gratificación, y el mantenimiento de estrictas normas éticas, podría definir el enfoque de León XIV como un pontífice que busca reconciliar tradición con renovación.