RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El largo trayecto desde Santo Domingo, tras muchas horas de viaje por carretera, es testimonio del trabajo de ampliación que se ha hecho para presenciar “con los propios ojos” la redención de esta zona. Sí, ya se puede decir con certeza que “ha llegado la hora del Sur”.
Este destino, antes asociado con la vieja visión del “empobrecido Sur Profundo”, ahora florece con optimismo y nuevas sensaciones. El Puerto Cabo Rojo ya cuenta con las facilidades necesarias para recibir a los cruceristas y ofrecerles una experiencia impactante e inolvidable. Es la primera muestra de que, finalmente, ha llegado la hora del Sur.
Han pasado 21 años desde que se hicieron ofertas de desarrollo, algunas fruto de auténticos deseos y otras, quizás, de la demagogia política (¿Quién sabe?). Presidentes y ministros renovaban, cada cierto tiempo, la promesa: “Ha llegado la hora del Sur”, pero nada ocurría. La pobreza y el olvido seguían siendo los compañeros inseparables de pescadores artesanales y mujeres que vendían café y desayunos de oportunidad, mientras la miseria, el desempleo y la marginación permanecían intactos.
Un recorrido de trece periodistas turísticos de medios impresos, televisión y digitales mostró un universo turístico renovado en sus estructuras. El descenso a tierra para disfrutar de las facilidades durante el día tiene un costo de 75 dólares, que incluye el uso de la piscina, bebidas ilimitadas, acceso a la playa, y –por un costo adicional– restaurantes y tiendas de recuerdos. La oferta gastronómica incluye opciones dominicana, mexicana e internacional, ideales para los cruceristas.
La sensación que embarga a los comunicadores que recorren estos espacios es que los milagros son posibles, siempre que haya claridad en las metas y voluntad política.
El Proceso
A pocas semanas de asumir el cargo en el Palacio Nacional, en septiembre de 2020, el presidente Luis Abinader Corona visitó la zona y dejó claro que ya era hora de dejar de hacer promesas y empezar a trabajar para que esa hora finalmente llegara.
Se crearon los organismos correspondientes, se hicieron convocatorias de participación empresarial y corporativa, y los interesados aplicaron. El Banco de Reservas asumió el respaldo financiero para la construcción de las infraestructuras que apoyarían el desarrollo turístico.
En enero de 2024, con las infraestructuras de Port Cabo Rojo ya establecidas, llegó allí el primer gran barco con 2,500 cruceristas. El puerto fue inaugurado el 4 de enero de 2024 y actualmente se encuentra en su segunda fase de construcción. El destino ofrece un muelle de 202 metros lineales, con instalaciones accesorias para atracar embarcaciones de gran tamaño.
Al descender, los cruceristas se encuentran con una oferta completa para su relajación y disfrute: el río lento, Pueblo Chueco (un lugar que despierta una ilusión (real) que no es posible revelar aquí), pista de Boogie, feria de juegos mecánicos, playa, humedales, piscinas y centros de servicio: restaurantes y tienda de recuerdos.
Para la construcción de estas instalaciones se ha priorizado el uso de materiales naturales locales, especialmente ramas, con las que se han creado muebles y zonas de descanso. El puerto ha generado 550 empleos directos y más de mil empleos indirectos.
En noviembre, el cuarto crucero, el MS Eurodam de la línea Holland America, con 2,022 pasajeros, tuvo la oportunidad de disfrutar de la segunda fase de las instalaciones del puerto y participar en excursiones a Laguna de Oviedo, Bahía de las Águilas y la ciudad de Pedernales. Aún hay que resolver algunos aspectos logísticos y tarifas para que los cruceristas puedan llegar al pueblo, ofreciendo facilidades de transporte. Desde la comunidad, algunos se quejan de que “los cruceristas no están llegando”, pero para que esto sea posible se deben ofrecer tarifas justas para el traslado.
En torno al puerto, hay espacios recreativos. La arquitectura de las estructuras de servicio es amigable, construida en caña y madera con soportes de hierro. El personal que atiende a los cruceristas es local, hombres y mujeres que demuestran haber recibido capacitación, con un dominio suficiente del inglés y una actitud dispuesta a atender los requerimientos, desde ofrecer una piña colada hasta tacos mexicanos.
En Port Cabo Rojo, bajo la administración de APORDOM, junto a la empresa mexicana ITM Group, se han invertido ya US $98 millones, con instalaciones diseñadas para recibir hasta un millón de cruceristas al año. Esta empresa internacional, con 30 años de experiencia, impulsa este proyecto y opera puertos en México, Honduras y la República Dominicana, desarrollando proyectos basados en tres pilares estratégicos: empleo digno y desarrollo económico, ciudades y comunidades sostenibles, y protección del ecosistema marino, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Su página web ofrece una visión clara y amigable de su labor en el Caribe y México.
El puerto se encuentra en su segunda etapa, inaugurada con capacidad para recibir hasta 15,000 pasajeros. Para 2027 se espera tener la tercera fase terminada, lo que generaría una derrama económica entre 120 y 150 millones de dólares, con impacto en Pedernales y la región Enriquillo. Al completar la tercera fase, se espera crear 1,500 empleos indirectos.
El Compromiso privado
Ocho cadenas internacionales, como Hilton, Marriott, Sunwing, AmResorts, Iberostar Group y Karisma Hotels & Resort, han acordado instalar sus propiedades en Pedernales. Las cadenas que ya han iniciado la construcción son Iberostar e Inclusive Collection, parte de World of Hyatt.
El apoyo financiero del Banco de Reservas ha sido crucial para promover la participación de los grandes hoteles en la construcción de estos dos importantes destinos turísticos, tanto en esta zona como en Punta Bergantín, en Puerto Plata.
Lludy Terrero, directora de la Fundación Genera ITM, el brazo social de la empresa mexicana, explica que la fundación actúa en base a cinco programas de responsabilidad social y ambiental. Uno de esos programas es “Amora”, un proyecto que estimula la producción artesanal local, beneficiando a emprendimientos comunitarios a través de capacitación y financiamiento, convirtiéndose en un espacio de estímulo socioeconómico, especialmente para las mujeres. Su lema es hermoso, simple y poético: “Las artesanías no pasan de moda. Pasan de corazón a corazón”. Amora es un espacio de comercio justo impulsado por la Fundación Genera ITM.
El programa Amora opera en Puerto Costa Maya, Mahahual, México; Aldea Mahahua, Aviarius Costa Maya, Hotel Aloft Cancún, Cancún Center, y Port Cabo Rojo (en fase de instalación del programa), y próximamente en Taino Bay Port en Puerto Plata, y Port Roatan en Roatán, Honduras. A través de la venta de productos únicos elaborados por artesanos locales, regionales y nacionales, Amora promueve la colaboración comunitaria, el consumo responsable y el cuidado de los recursos naturales.
Terrero destacó que la Fundación Genera de ITM en Port Cabo Rojo tiene un firme compromiso con un turismo responsable que prioriza la conservación de los recursos naturales y el bienestar de las comunidades locales.
Por José Rafael Sosa
