RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS (EFE).- El Gobierno de Donald Trump prohibió este jueves el programa que permitía a la Universidad de Harvard admitir estudiantes y visitantes extranjeros, en medio de crecientes tensiones entre la prestigiosa institución académica y la administración federal. La medida que prohíbe el presidente Trump fue formalizada mediante una carta enviada a Harvard por la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, en la que se notificó la revocación inmediata del “programa de Estudiantes y Visitantes Extranjeros” de la universidad.
La acción representa una nueva escalada en el conflicto entre el Ejecutivo y la universidad, el cual se ha intensificado en los últimos meses por acusaciones del Gobierno contra Harvard por supuestamente tolerar el antisemitismo en el campus, restringir la libertad de expresión y mantener políticas de inclusión sexual y racial que han sido criticadas desde sectores conservadores.
La decisión que prohíbe la matriculación genera preocupación en la comunidad académica nacional e internacional por su posible impacto en la movilidad estudiantil y en el intercambio educativo con una de las universidades más reconocidas del mundo. Hasta el momento, Harvard no ha emitido una declaración oficial.
La decisión ha sido comunicada en una carta remitida a Harvard y firmada por la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, que reza: “Les escribo para notificarles que, con efecto inmediato, el programa de la Universidad de Harvard de Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado”. Noem asegura que esto es “una advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país”.
“Es un privilegio, no un derecho, que las universidades admitan a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para ayudar a engrosar sus dotaciones multimillonarias. Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó”, ha escrito la secretaria de Seguridad Nacional en su cuenta de X.
Esta decisión se produce en un momento de grave escalada entre Harvard y el Gobierno en Washington por las acusaciones de este último de tolerar el antisemitismo en el campus, no dar cabida a discursos “alternativos” y empeñarse en aplicar programas de inclusividad sexual y racial, entre otras cosas.