RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Tras el anuncio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de que destinará 290 millones de dólares en donaciones para Haití, han surgido interrogantes sobre quién debe gestionar esos recursos, en medio de la preocupación por la efectividad y el destino final de la ayuda.
El presidente Abinader señaló que, aunque ha sostenido conversaciones con el presidente del BID, Ilan Goldfajn, para priorizar sectores como salud y educación en Haití, RD no administrará directamente esos fondos.
“Sí hemos tenido información sobre hacia dónde van esos recursos, pero no podemos involucrarnos. Eso hay que dejárselo al BID, que tiene sus propios sistemas de auditoría y control”, puntualizó Abinader.
Aclaró que parte del financiamiento será destinado a mejorar hospitales en la zona norte de Haití, región que ha experimentado un aumento en la demanda de servicios por el desplazamiento de población desde el sur, donde la violencia es más intensa.
El mandatario explicó que el representante dominicano ante el BID respaldó la orientación de los fondos hacia servicios sociales clave como salud y educación.
También planteó que el uso de fideicomisos podría ser una opción para garantizar la transparencia, como se ha hecho en otras naciones.
Anuncio del BID para Haití
El anuncio de la ayuda se realizó por el BID el pasado viernes, en el marco de una cumbre regional organizada por el Gobierno de Brasil en Brasilia, con la participación de 16 países del Caribe.
El fondo se canalizará a través de la iniciativa ONE Caribbean, que prioriza la seguridad alimentaria, el desarrollo del sector privado y la recuperación de infraestructura crítica en Haití.
A pesar de las buenas intenciones, sectores internacionales y locales han recordado experiencias pasadas, como la respuesta al terremoto de 2010, cuando grandes montos de ayuda no lograron transformar la realidad del país vecino.
Frente a este contexto, persiste la preocupación sobre cómo garantizar que las nuevas donaciones impacten de manera directa y efectiva a la población haitiana.
Abinader reiteró que, aunque los problemas de Haití afectan directamente a República Dominicana, el país mantendrá su posición de no involucrarse en la administración de recursos internacionales, dejando esa responsabilidad a los organismos multilaterales.
