RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– Reducir el número de diputados podría traducirse en mayores ahorros para el Estado y en una mayor eficiencia del gasto público, según los defensores de esta medida. La propuesta surge tras el anuncio del presidente Luis Abinader de modificar la Constitución para reducir los escaños en la Cámara de Diputados, una idea que ya había sido planteada por el congresista José Horacio Rodríguez.
Rodríguez sugiere la eliminación de 50 escaños, reduciendo el número total a 140, lo que significaría una disminución considerable en los gastos, aunque algunos analistas señalan que el presupuesto total para la Cámara de Diputados podría no cambiar.
Actualmente, según datos de la Cámara de Diputados, un legislador recibe un sueldo base de RD$175,474.65 mensuales, más RD$35,094.93 por gastos de representación. Además, se suman al menos RD$100,000 del polémico fondo de ayudas conocido como “barrilito”, aunque este monto no está detallado en el portal oficial.
Los diputados también reciben viáticos por asistir a cada sesión, que pueden alcanzar hasta RD$45,000 mensuales. Tras los descuentos de RD$62,132.67 para los diputados debutantes y RD$55,113.68 para los reelectos, el sueldo neto mensual es de RD$193,436.91 para los nuevos y RD$200,455.90 para los veteranos.
Calculando el costo anual, un diputado representa una inversión total de aproximadamente RD$255,569.00 mensuales, lo que suma RD$3,066,828 anuales. Multiplicado por los 50 escaños que se proponen eliminar, el ahorro potencial sería de RD$613,365,600 durante cuatro años. Sumando los RD$100,000 mensuales del “barrilito”, el ahorro total asciende a RD$853,365,600 en cuatro años.
Sin embargo, el jurista David Lahoz considera que esta medida es más decorativa que realista. Según Lahoz, si el presidente realmente quisiera reformar el Poder Legislativo, debería considerar un Congreso unicameral, eliminando la Cámara de Diputados o el Senado. La reducción de escaños sería, en su opinión, una medida cosmética que no resolvería problemas estructurales y generaría desigualdades.
La decisión sobre la modificación de la Constitución dependerá de los mismos diputados y senadores quienes deberán aprobar el proyecto. Se espera que la propuesta sea introducida el 16 de agosto, con el inicio de la nueva legislatura. Con la mayoría que el oficialismo mantiene en ambas cámaras, la aprobación parece un mero trámite, a menos que surjan disidencias entre los legisladores.