RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO. – El Licey lidera la iniciativa para que en la Lidom se adopte un tope salarial, según reveló recientemente el presidente del equipo, Ricardo Ravelo.
En la directiva azul consideran esto un recurso esencial para evitar un desequilibrio competitivo y ya se han realizado reuniones entre los clubes para elaborar un borrador que presentarán al sindicato de peloteros.
Sin embargo, la propuesta, en su fase inicial, no logró un consenso entre los equipos, y desde la Federación Dominicana de Peloteros Profesionales (Fenapepro) se preparan para enfrentarla, considerándola como un intento de limitar los efectos de la agencia libre.
En su segundo año de implementación, el sistema de expiración del tiempo de servicio de un jugador vio a los Toros y Escogido como los clubes más agresivos en adquirir ese talento disponible.
Un tope salarial busca crear una barrera ante las ofertas que puedan llegar a los jugadores que terminan contratos con los equipos.
En los Gigantes del Cibao, equipo que fue reservado en los primeros dos mercados, prefieren esperar a que la propuesta avance antes de tomar una posición firme.
“Nos adherimos a la decisión que se tome en la liga respecto al tope salarial”, comentó el presidente de los nordestanos, Alfredo Acebal Rizek. “Hay factores que evaluar antes de tomar esta decisión y debe ser en consenso con la federación de peloteros”.
En contraste, desde el Licey consideran la medida “impostergable”, debido al “descontrol que puede o está atentando contra la subsistencia de nuestra liga”, refiriéndose a la agencia libre.
Desde la Fenapepro aseguran que hasta el momento no se les presentó ninguna propuesta y se rigen por el acuerdo laboral vigente, que expira en 2026.
¿Cómo funcionaría?
En la Lidom, los contratos son manejados con discreción, siendo información conocida solo por la directiva del equipo, el jugador y la Fenapepro. Su divulgación depende de estos tres actores.
La estructura propuesta obligaría a la liga a establecer umbrales máximos (actualizables durante la vigencia del pacto laboral) y a supervisar las nóminas de los clubes, con sanciones en caso de excederlos.
En las conversaciones no se ha definido qué se haría con el dinero recaudado del “impuesto de lujo”, que en algunas ligas se distribuye entre los equipos con menor presupuesto y en otras se destina a la caja de la liga.
La propuesta y su efectividad son vistas con escepticismo, señalando la experiencia en México, donde llevan más de dos décadas intentando contener el poder económico de algunos equipos, pero el mecanismo no ha funcionado debido a pagos fuera de nómina.
Además, apuntan a recursos como los incentivos por desempeño como una alternativa que podrían utilizar los equipos para compensar a los jugadores con pagos fuera de la nómina, a pesar de que el acuerdo laboral actual estipula que se incluyan en los contratos.
El pacto laboral vigente establece que para la próxima temporada (2024-2025) el salario mínimo mensual para un jugador en la lista activa será de RD$60,000.
Ese acuerdo también permite una reducción máxima del 10 % del salario para un segundo año, siempre y cuando haya un acuerdo mutuo entre jugador y club, un 15 % para el tercero y un 20 % para el cuarto.