RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La República Dominicana, reconocida por su economía diversificada que abarca sectores como la manufactura, el comercio y el turismo, cuenta con productos emblemáticos que cruzan estas industrias con notable éxito. Uno de estos productos es el cigarro elaborado con tabaco dominicano, que no solo internacionaliza la nación, sino que también genera ingresos fiscales y empleos.
Entre 2012 y 2023, la exportación del tabaco representó el 8.48% del total de las mercancías locales comercializadas en el exterior, siendo un componente vital de la economía dominicana. Esta importancia se vio reflejada en la declaración del tabaco como patrimonio cultural de la República Dominicana mediante la Ley 341-22, evidenciando su valor tanto económico como cultural.
«Es una muestra clara del impacto del sector en nuestra economía y, por supuesto, en nuestras tradiciones», señaló Mario E. Pujols, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD).
Sin embargo, a pesar de su reconocimiento internacional y su contribución a la economía local, la industria del tabaco enfrenta el desafío del comercio ilícito. En 2023, se decomisaron 27,989,433 unidades de tabaco y sus derivados, lo que subraya la necesidad de medidas para combatir esta práctica.
Hendrik Kelner, presidente de Procigar, destacó: «Si bien en el país no hay contrabando, sí hay falsificación». Esta problemática ha afectado históricamente a la industria, comprometiendo su reputación y sus ventas.
Para abordar este desafío, diversas organizaciones, incluyendo el Instituto del Tabaco (Intabaco), Procigar, la AIRD y la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), están colaborando en la implementación de un código QR para certificar la calidad de los cigarros dominicanos y prevenir el comercio ilegal.
El presidente ejecutivo de Asonahores, David Llibre, detalló que este esfuerzo se enfoca en promover compras legales, cooperación entre partes interesadas y el cumplimiento de la legislación en la comercialización de productos tabacaleros en zonas turísticas.
El comercio ilícito no solo afecta la economía y la reputación del producto, sino que también socava la soberanía y las políticas fiscales, como destacó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. En un evento en Panamá, Tedros instó a una acción concertada a nivel internacional para abordar este problema.
En este contexto, República Dominicana ha intensificado sus esfuerzos para combatir el comercio ilegal de cigarrillos, con medidas como la creación de equipos especializados y la cooperación público-privada.
A pesar de los desafíos, la industria del tabaco dominicano sigue creciendo. En 2023, experimentó un crecimiento del 2.6%, con montos que alcanzaron los US$26.6 millones. Este éxito se atribuye a iniciativas gubernamentales como el financiamiento a tasa cero y la promoción de exportaciones.
El tabaco dominicano no solo es un producto de calidad reconocida internacionalmente, sino también un símbolo de la artesanía y la tradición dominicana. A medida que enfrenta los desafíos del comercio ilícito, el sector tabacalero sigue siendo un pilar clave de la economía dominicana y un orgullo nacional.
