RDÉ DIGITAL, HAITÍ.– Este lunes, Haití atraviesa una intensa jornada de incertidumbre y preocupación con la inminente toma de posesión de Alix Didier Fils-Aime como primer ministro, tras la destitución de Garry Conille.
El Consejo Presidencial de Transición (CPT) firmó la resolución el pasado viernes, la cual sería publicada hoy en el diario oficial Le Moniteur, oficializando el cambio de mando.
El proceso de transición ha sido marcado por divisiones dentro del CPT, donde ocho de sus nueve miembros apoyaron el nombramiento de Fils-Aime, mientras que Edgard Leblanc Fils, expresidente del Consejo, se abstuvo de firmar el documento.
Leblanc ha sido crítico del proceso, destacando que la presidencia del CPT fue transferida recientemente a Leslie Voltaire debido a investigaciones de corrupción que involucran a otros tres miembros del Consejo.
La Unidad de Lucha contra la Corrupción (ULCC) en Haití impulsó acciones legales contra Smith Agustin, Louis Gerald Gilles y Emmanuel Vertilaires por presuntos casos de soborno y abuso de funciones.
La designación de Fils-Aime se produce en un ambiente de tensión y desconfianza que llevó a la destitución de Conille, quien se negó a realizar una reestructuración ministerial solicitada por el CPT. Fuentes locales señalan que la ceremonia de juramentación del nuevo gobierno podría llevarse a cabo el martes, y el primer Consejo de Ministros, el miércoles.
La situación política se agrava debido a un contexto de violencia generalizada. La principal coalición de pandillas, conocida como Vivre Ensemble, liderada por Jimmy Cherizier, alias “Barbecue”, anunció el reinicio de sus actividades violentas desde hoy, causando que muchas actividades comerciales y educativas en Puerto Príncipe permanezcan cerradas.
Las calles de la capital muestran poca actividad, y los bancos y consulados han suspendido operaciones ante el temor de nuevos ataques.
Haití continúa bajo la presión de las pandillas, que han extendido su control en varias áreas urbanas, afectando a la población y limitando la capacidad de las autoridades para restaurar la seguridad. La Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, liderada por Kenia con el respaldo de la ONU, no ha logrado frenar completamente la escalada de violencia, a pesar de estar en el país desde junio.
Según datos de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh), en el tercer trimestre del año, al menos 1,223 personas murieron y 522 resultaron heridas en incidentes violentos. La cifra de víctimas asciende a 3,900 en el primer semestre del año, reflejando la gravedad de la crisis en el país caribeño, que cerró el 2023 con unas 8,000 víctimas.
En medio de esta crisis, el CPT y el nuevo gobierno enfrentan el desafío de restablecer la seguridad, frenar la violencia de las bandas y preparar el terreno para las elecciones presidenciales de 2026.