RDÉ DIGITAL, WASHINGTON.-El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó este lunes una nueva propuesta financiera centrada en el ahorro a largo plazo desde la infancia. En un encuentro con empresarios, el mandatario promovió las denominadas “Cuentas Trump”, un instrumento de inversión con renta fija que forma parte de su nuevo plan presupuestario, actualmente en discusión en el Senado.
La propuesta contempla que cada bebé nacido en EE. UU. reciba un depósito inicial de 1,000 dólares en fondos públicos, con la posibilidad de que familias, tutores legales o entidades privadas aporten hasta 5,000 dólares adicionales al año a estas cuentas. El objetivo, según explicó Trump, es fomentar la inversión desde edades tempranas y facilitar un respaldo económico a largo plazo para las nuevas generaciones.
Incentivo para empresas y beneficios fiscales
Durante la reunión con empresarios, Trump instó a los líderes corporativos a contribuir a estas cuentas para los hijos de sus empleados, presentando la iniciativa como una oportunidad tanto para impulsar el bienestar financiero como para fortalecer los lazos laborales.
Una parte clave del plan es la exención fiscal para quienes participen en estas “Cuentas Trump”, lo que convierte el programa en un instrumento de ahorro con imposición diferida, es decir, los impuestos sobre los rendimientos generados se pagarían en el futuro, no en el momento de la inversión.
Este tipo de cuentas, en palabras del presidente, forman parte de lo que él denomina su “gran y hermoso proyecto de ley”, que busca expandir los recortes de impuestos y el control del gasto público que caracterizaron su primera Administración (2017–2021).
Acceso limitado: los requisitos generan debate
Aunque el plan ha sido presentado como una herramienta de inversión con impacto social, los requisitos de elegibilidad han generado controversia. Para abrir una de estas cuentas, al menos uno de los padres del menor deberá contar con número de la Seguridad Social y permiso de trabajo vigente, una condición que podría excluir a bebés nacidos en territorio estadounidense de padres inmigrantes sin documentación completa.
Críticos del plan han señalado que esta restricción podría profundizar las desigualdades, al dejar fuera a familias vulnerables o en situación migratoria irregular, pese a que sus hijos sean ciudadanos por nacimiento.
Inspiración en modelos de asistencia, con enfoque diferente
La propuesta de Trump parece inspirarse en antiguos programas de bonos para familias de bajos recursos en Estados Unidos, aunque con una estructura sustancialmente distinta. A diferencia del modelo anterior que contemplaba un programa universal y administrado por el Gobierno con una mayor dotación para niños de familias pobres, las “Cuentas Trump” estarían vinculadas a fondos de inversión privados, con un enfoque más cercano al mercado y menos intervención estatal.
Este cambio de enfoque ha suscitado reacciones encontradas. Mientras algunos sectores del empresariado aplauden la iniciativa por sus beneficios fiscales y su potencial para estimular el ahorro, organizaciones sociales advierten que la medida puede beneficiar desproporcionadamente a familias con mayor capacidad económica, dejando atrás a quienes más podrían necesitar ese respaldo financiero.
En el centro del debate presupuestario
La propuesta de las “Cuentas Trump” se encuentra en el centro del debate del nuevo presupuesto federal, que será analizado y votado en el Senado en las próximas semanas. El plan forma parte de un conjunto más amplio de medidas con las que el presidente busca redefinir la política fiscal del país, apostando por recortes impositivos, disminución del gasto estatal y estímulo al sector privado.
Si se aprueba, este programa podría convertirse en una de las iniciativas más ambiciosas de ahorro infantil financiado con fondos públicos en la historia reciente del país. Sin embargo, también abre un nuevo capítulo en la discusión sobre quién debe tener acceso a estos beneficios y en qué condiciones.
