RDÉ DIGITAL, UCRANIA (EFE).- El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, afirmó su disposición a trabajar con el presidente Donald Trump y su administración para lograr una paz duradera en Ucrania.
Sus declaraciones llegan tras un altercado verbal con el mandatario estadounidense en la Casa Blanca y la decisión de Washington de suspender temporalmente la ayuda militar a Kiev.
En un mensaje en la red social X, Zelensky subrayó que Ucrania está lista para reanudar el diálogo y propuso una tregua en el cielo y el mar, siempre que Rusia también se comprometa.
Zelensky detalló que la tregua implicaría la prohibición de misiles, drones de largo alcance y bombardeos sobre infraestructura civil y energética, además de una pausa en el mar. También consideró que un primer paso en las negociaciones de paz podría ser la liberación de prisioneros.
“Estamos dispuestos a trabajar rápido para poner fin a la guerra”, afirmó el líder ucraniano, agregando que confía en el liderazgo de Trump para alcanzar un acuerdo sólido.
Las declaraciones de Zelensky se producen después de una tensa reunión con Trump en la Casa Blanca el viernes pasado. Durante el encuentro, el mandatario estadounidense calificó a Zelensky de “dictador”, mientras que el presidente ucraniano acusó a Trump de haber caído en la “desinformación rusa”.
La disputa llevó a la suspensión de un acuerdo bilateral sobre seguridad y recursos minerales entre ambas naciones, que debía firmarse en Washington. Sin embargo, Zelensky aseguró que Ucrania sigue lista para rubricarlo en cualquier momento.
Además, expresó su gratitud por el respaldo histórico de EE.UU. a Ucrania, recordando el envío de misiles Javelin bajo la administración de Trump como un punto de inflexión en el conflicto con Rusia.
Estados Unidos ha sido el principal donante de ayuda militar a Ucrania desde la invasión rusa en 2022, con un total de 65.900 millones de dólares en asistencia. Durante la administración Biden, Washington proporcionó sistemas antiaéreos Patriot y otros equipos clave para la defensa de Ucrania.
Sin embargo, con Trump en el poder, la política de EE.UU. ha cambiado drásticamente. La suspensión de la ayuda militar ha sido bien recibida por Rusia, cuyo gobierno la calificó como la “mejor contribución” a la paz.
Mientras tanto, la Unión Europea lanzó un ambicioso plan para fortalecer su defensa, con un presupuesto de 800.000 millones de euros. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió sobre el riesgo creciente de seguridad en la región.
En el campo de batalla, la guerra sigue dejando víctimas. Un misil balístico Iskander-M impactó un centro de entrenamiento militar en la región de Dnipropetrovsk, causando la muerte de entre 30 y 40 soldados y dejando hasta 90 heridos, según fuentes militares ucranianas.
Pese a la incertidumbre, Zelensky reiteró su compromiso con la paz y llamó a una cooperación más constructiva con EE.UU., señalando que es “hora de hacer las cosas bien”.