RDÉ DIGITAL, NUEVA YORK. – Con tan solo 33 años, Zohran Mamdani ha dado la sorpresa política del año en Estados Unidos al convertirse en el virtual ganador de las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York, superando al veterano Andrew Cuomo y posicionándose como el probable próximo alcalde de la ciudad más grande y poderosa del país.
De confirmarse su victoria en las elecciones de noviembre, Mamdani sería el primer alcalde musulmán y abiertamente socialista en la historia de Nueva York, lo que supondría un giro drástico respecto a la dirección tradicional del Partido Demócrata en la ciudad.
Su triunfo representa un duro golpe al aparato político tradicional, pues Cuomo contaba con el respaldo de figuras como Bill Clinton y Michael Bloomberg, pesos pesados de la política y las finanzas. A pesar de ello, Mamdani ha logrado movilizar a una base joven, diversa y progresista que ha encontrado en su discurso una alternativa real al establishment.
Orígenes y trayectoria
Nacido en Uganda, criado parcialmente en Sudáfrica y asentado en Nueva York desde los siete años, Zohran Mamdani es hijo de la cineasta india-estadounidense Mira Nair (La boda del monzón) y del académico Mahmood Mamdani. Cursó secundaria en la Escuela de Ciencias del Bronx y posteriormente se graduó en Estudios Africanos en Bowdoin College, donde comenzó su activismo fundando un grupo universitario de apoyo a Palestina.
Ese compromiso ha marcado su perfil político y le ha granjeado tanto apoyo como controversia, especialmente en una ciudad con una comunidad judía influyente y sensible al tema israelí. Diversos sectores lo han acusado de antisemitismo, aunque él insiste en distinguir entre eso y la crítica legítima al gobierno de Israel.
Propuesta disruptiva y resistencia interna
Su programa incluye medidas como congelar los alquileres, transporte público gratuito y cuidado infantil universal. En su perfil de redes sociales se identifica como “demócrata socialista”, una etiqueta que ha utilizado estratégicamente para captar el voto joven y desencantado con el statu quo.
Durante la campaña, Mamdani optó por no responder a los ataques personales lanzados por Cuomo, quien lo acusó de extremista y de poner en riesgo la estabilidad financiera de la ciudad. En lugar de confrontar, Mamdani contrastó estilos de vida: él vive en un apartamento modesto en Queens, usa el metro y la bicicleta, frente a la vida de privilegio de sus oponentes.
También ha reconocido su escasa conexión con la comunidad afroamericana, aunque ha subrayado su cercanía con las comunidades asiáticas y del sur global, sectores crecientemente organizados y con mayor peso electoral en la ciudad.
¿Un nuevo rumbo para el Partido Demócrata?
Aunque en Nueva York ganar las primarias demócratas suele equivaler a conquistar la alcaldía, el panorama político para noviembre no está del todo claro. El actual alcalde, Eric Adams, ha anunciado que se presentará como independiente, una maniobra que podría dividir el voto demócrata tradicional y poner a prueba la capacidad del partido para adaptarse al nuevo liderazgo emergente.
Mientras tanto, Mamdani representa una narrativa de cambio generacional, étnico y político, que conecta con un electorado más diverso, más progresista y más activo. Su ascenso no solo redefine las coordenadas de poder en Nueva York, sino que podría tener eco nacional en un Partido Demócrata que enfrenta presiones internas entre sus alas centrista y progresista.