RDE DIGITAL, NAIROBI (AFP). – La decisión se conoció un día después de que la ONU advirtiera de que la seguridad en Haití, donde pandillas violentas controlan gran parte del país, se deterioró aún más alcanzando niveles récord de criminalidad.
El Consejo de Seguridad de la ONU dio en octubre el aval para el envío de la misión multinacional encabezada por Kenia para apoyar a la desbordada policía haitiana.
Pero la Alta Corte de Nairobi emitió una orden provisional ante un caso planteado por el dirigente opositor Ekuro Aukot, quien argumentó que el envío de policías es inconstitucional y carente de respaldo legal.
“Esta corte se ocupó de este asunto antes que los demás y no tendría sentido que lo deje de lado o permita que se venzan las órdenes judiciales”, declaró el juez Enock Mwita, de la Alta Corte.
Adelantó que el tema será analizado en una sesión abierta a partir del 9 de noviembre.
A su vez, Aukot dijo a AFP estar “muy feliz y emocionado” con la nueva orden judicial porque frenó el envío hasta que el caso fuera escuchado y decidido.
Los detalles del envío policial no han sido definidos y el Parlamento aún lo debe aprobar. El gabinete del gobierno dijo el 13 de octubre que lo había enviado a ratificación legislativa.
Pero para Aukot, la aprobación parlamentaria sería contraria a la decisión del tribunal, por lo cual emprenderá una acción legal contra todos los miembros del gabinete.
La participación de Kenia ha sido criticada localmente por considerar que se trata de una misión riesgosa.
Grupos de derechos humanos afirman que la policía de Kenia tiene una trayectoria de empleo de la fuerza letal contra civiles y que sería un riesgo inaceptable en Haití, donde tropas foráneas han cometido abusos en intervenciones pasadas.
Kenia es considerado un fuerza democrática en el Este de África y ha participado misiones de paz en ese continente, incluida la República Democrática del Congo y Somalia.
Haití, el país más pobre de América, ha vivido años de turbulencia con pandillas armadas que operan en gran parte del país, así como su economía y sistema público de salud destruidos.
Un informe de la ONU citó el lunes un aumento en las “matanzas indiscriminadas, secuestros, violaciones y ataques en varios barrios urbanos considerados relativamente seguros hasta hace poco”.