RDE DIGITAL, SANTO DOMINGO. – La Embajada de México en la República Dominicana realizó este jueves por primera vez un recorrido por las calles de Santo Domingo, desde el Parque Iberoamericano hasta su sede diplomática, así como lo hacen en su país, con coloridos trajes, rostros pintados, las catrinas adornando y un mariachi animando.
Como cada 2 de noviembre, México celebra su tradicional Día de Muertos, un evento que desde 2008 ha sido considerado como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, porque presenta las raíces de un pueblo que venera y festeja a sus familiares fallecidos, conectadose de manera mística al más allá como si estuvieran vivos.
La llorona significativa se escuchaba en las mujeres que entonaban este simbólico himno, mientras caminaban hacía su encuentro con culturas distintas, en donde los dominicanos pudieron a su vez abrazar y disfrutar de esta mistica e intereante celebración.
Pan de muerto y chocolate nos sasaciaron el hambre leve de la caminata, y un altar nos esperaba adentro de la embajada. El mariachi seguía tocando su “canta y no llores”, porque cantando se alegran, cielito lindo los corazones. ¡Viva México! gritaban, mientras agradecian a sus familiares su protección eterna.
“Estamos realizando este evento por disposión del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien decretó que se debía celebrar el Día de Muertos en todas las embajadas del mundo, para que cada país siga conociendo las tradiciones de nuestro México lindo y querido”, puntualizó Carlos Miguel Aysa González, embajador de México en el país.
Junto a su esposa, pudo disfrutar de la felicidad que embargaba esta festividad, donde los niños estuvieron presentes y pudieron comer golosinas, teniendo sus rostros pintados y vistiendo de colores.
Verdaderamente, se sientió a México en la piel, un encuentro donde las familias disfrutan en agradable lugar, sin miramiento alguno, ni desasociego, solo tener el feliz recuerdo de quienes en vida disfrutaron con ellos.
Un altar colorido, un portal al más allá
El altar de muertos es una de las manifestaciones más representativas de esta celebración, resultado del sincretismo entre las creencias de los pueblos originarios mexicanos con la celebración católica del Día de Todos los Santos.
A través de los altares multicolores, al difunto se le guía con la luz de velas para que encuentre pronto el camino. Al llegar el espíritu del más allá, es recibido con comida que disfrutaba en vida. No puede faltar el vaso con agua para que sacie su fatiga por el viaje, y el copal con incienso, quemado para que aleje a los malos espíritus.
Las flores de cempasúchil o «flor de muerto» son parte importante del altar. Desde tiempos antiguos han estado presentes en México.
Nuestro altar sera compuesto de una ofrenda tradicional con 7 niveles en el altar, contando en cada uno ellos todos los elementos simbólicos para el difunto. Recordando con el más profundo respeto a los difuntos a través de las cosas que en vida disfrutaron como la gastronomía, las flores y la música.