RDÉ DIGITAL, GINEBRA.- La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) anunció que eliminará 3,500 puestos de trabajo y reducirá en un 30 % los costos de personal debido a la drástica caída en la financiación de donantes clave como Estados Unidos.
La medida forma parte de una reestructuración global ante lo que calificaron como una situación financiera crítica. “A la luz de la difícil situación financiera, ACNUR se ha visto obligada a reducir la escala de sus operaciones”, señaló Filippo Grandi, alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.
Los recortes llegan justo antes del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora el 20 de junio, y tras la publicación del informe anual de ACNUR, que reveló un récord de 122 millones de personas desplazadas forzosamente en todo el mundo.
Oficinas cerradas y programas afectados
La reestructuración ya ha provocado el cierre o reducción de oficinas en varias regiones y la eliminación de casi el 50 % de los puestos ejecutivos en la sede de Ginebra.
También se han visto afectados programas esenciales como atención sanitaria, educación, ayuda a familias vulnerables, acceso al agua potable e higiene.
ACNUR informó que trabaja junto a otras agencias de la ONU, organizaciones humanitarias y gobiernos para mitigar los efectos de los recortes.
Crisis financiera de la ONU
La decisión de ACNUR se produce en un contexto más amplio: la ONU enfrenta un déficit financiero que supera los 5,100 millones de dólares. La organización ha tenido que congelar contrataciones, recortar gastos y reducir servicios clave.
Durante una reciente sesión de la Quinta Comisión de la Asamblea General, países como Suiza y Liechtenstein advirtieron que esta falta de recursos afecta la credibilidad del organismo.
Filippo Grandi aseguró que, pese a los recortes, el compromiso de ACNUR con los refugiados “es inamovible”.