RDE DIGITAL, SANTO DOMINGO. – Después de tener un éxito arrollador con las primeras funciones, el musical La Cenicienta vuelve la noche de este viernes al escenario de la sala Carlos Piantini en el Teatro Nacional, Eduardo Brito.
Y es que la diva de los escenarios Cecilia García trae a petición esta pieza que fue escrita por Frank Ceara, manteniendo el estilo original de la historia, reuniendo a experimentados y jóvenes artistas, quienes tendrán a su cargo deleitar en cada función a todo el público que se estará dando cita en cada una de sus funciones.
Junto a ellos un despliegue musical elaborado especialmente por el maestro Penbiang Sang y de su hijo Su-Chan Sang quienes tendrán la producción ejecutiva de Primera Memoria con la orquestación y arreglos.
García se vestirá de un personaje que para ella ha sido un gran reto actoral, la cruel y malvada madrastra de Ceniciente, pero que en esta versión tomará un giro distinto porque al final reflexiona sobre el daño que ha hecho y reconoce sus errores.
Conversar con esta polifacética dama, es un honor que RDÉ Digital tuvo y donde pudo manifestar su desarrollo en las distintas facetas que desarrolla en el arte, dejando así una huella que difícilmente será borrada.
“Si hay que actuar, yo actúo; si hay que cantar, yo canto; si hay que bailar, yo bailo; si hay que producir, produzco. Pero no es que trato de ser la más completa, sino que yo tengo claro que de algo hay que vivir”, resaltó García en el ameno encuentro.
Y es que sin creerlo, la artista confesó que se exige bastante al momento de hacer o estar en un proyecto, a pesar de manifestar que es una mujer tímida, en ciertos lugares donde no se siente en confianza o no tenga el dominio para estar allí.
“Yo no quiero que se me reconozca ninguna faceta, yo lo que quiero que lo que yo haga quede en la vida, y que a la nueva generación le parezca interesante”, expuso.
Pero también, Cecilia ha sido exitosa porque siempre ha tenido claro lo que quiere y lo que puede lograr, sabiendo que desde el primer momento ella podía tener y cumplir con ciertos roles en el arte, y así fue fluyendo y desarrollándose.
“Yo nunca canté para el gran público, sino para los que les gustaban lo que me gustaba a mi. Porque como cantante preferí mantener mis gustos diferentes, aunque esto no sea popular y justamente pude canalizar mejor lo popular en el humor”, dijo.
Sobre considerarse la más completa
