El abogado y consultor en negociación, Nelson Espinal Báez, analizó los posibles escenarios de los gobiernos de República Dominicana y Haití ante la disputa por el río Masacre, centro de tensión entre las relaciones de las naciones hermanas.
En su análisis identifica las posibles motivaciones del presidente Luis Abinader para no ceder ante la indetenida construcción de un canal por parte de Haití y del gobierno haitiano de no rendirse ante las medidas drásticas tomadas por el gobierno dominicano para que aborte la obra hídrica.
Espinal Báez indica que la isla compartida por dos países está en un escenario en que a ninguno de sus gobernantes le conviene ceder, “políticamente” no les conviene. Por tanto, su recomendación es que el impasse se resuelva por la vía de “back channel diplomacy” (negociación privada), tal como hicieron el expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy y el líder ruso Nikita Krushchev para poner fin a la crisis de los misiles de Cuba en 1962.
Espinal Báez señaló que si Henry detenía la construcción o se manifestaba en desaprobación del canal tuviera las siguientes consecuencias: “sería criticado e irrespetado por el pueblo haitiano, perdería su poder como líder, la oposición lo tumbaría, se vería débil y tampoco podría detener la obra”.