RDÉ DIGITAL, VENEZUELA. – El veto a un vuelo en el que exgobernantes latinoamericanos iban a viajar de Panamá a Venezuela como observadores electorales y una nota de protesta de Chile motivada por la deportación de otros veedores aumentaron la tensión este viernes, a dos días de los comicios en los que Nicolás Maduro busca un tercer mandato.
Maduro, de 61 años y en el poder desde 2013, tiene como principal rival al diplomático Edmundo González Urrutia, de 74 años, postulado por la alianza opositora Plataforma Unitaria tras la inhabilitación política de la candidata original, María Corina Machado, y otros dirigentes.
Las autoridades venezolanas impidieron el despegue de un vuelo de Copa Airlines desde el aeropuerto panameño de Tocumen que llevaba a bordo a los exmandatarios, denunció el presidente de Panamá, José Raúl Mulino.
Los exgobernantes afectados son Mireya Moscoso (Panamá), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Jorge Quiroga (Bolivia) y Vicente Fox (México), miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (Grupo IDEA) y críticos de Maduro. “El avión estaba lleno de venezolanos que iban a votar”, relató Moscoso en una rueda de prensa. “Vimos lágrimas y gente llorando diciéndonos: ¡por favor, quédense, no se vayan!”
Fox calificó la situación como una “mala señal”. El miércoles, el líder chavista Diosdado Cabello adelantó que se les impediría la entrada. “Si usted no está invitado a una fiesta, le dicen: ‘por favor, tenga la amabilidad y se retira’. Son showseros. Acá no van a venir a joder”, afirmó Cabello en la televisión estatal.
El gobierno chileno envió una nota de protesta a Venezuela por negar el ingreso a los senadores José Manuel Rojo Edwards y Felipe Kast, que fueron regresados a su país. “Eso demuestra que todas las palabras de algunos que dicen que esto es una democracia, es simplemente una gran mentira”, aseguró Kast.
También diez congresistas y eurodiputados del Partido Popular español, así como una parlamentaria de Colombia y otra de Ecuador, denunciaron su deportación al llegar al aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas.
Estos incidentes se suman a las alarmas en la región por una advertencia de Maduro sobre “un baño de sangre” si ganase la oposición, palabras por las cuales los presidentes de Brasil y Chile, Luiz Inácio Lula da Silva y Gabriel Boric, expresaron preocupación.
Este viernes, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, hizo un “llamado urgente para que cesen todas las formas de hostigamiento y persecución contra la oposición política y el proceso electoral en sí”. Noboa se mostró preocupado “de ver cómo ahora las figuras recalcitrantes de una vieja política quieren perpetuarse en el poder, quieren mantener a esta próspera nación secuestrada”.
Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los gobiernos de América Latina desconocieron la reelección de Maduro en 2018 en elecciones boicoteadas por la oposición, que las calificó como un fraude.
“Tenemos todo listo”, dijo el viernes el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, en un acto en Caracas con observadores internacionales que sí fueron invitados.
El proceso de instalación de las más de 30,000 mesas de votación se puso en marcha en la mañana, marcado por denuncias de activistas opositores sobre retrasos. Sin embargo, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, defendió el despliegue del Plan República, el operativo de seguridad para custodiar los comicios. “¡Alerta! Se pretende desde ya, con denuncias tendenciosas a través de las RRSS (redes sociales), enrarecer el clima electoral”, cuestionó en X Padrino, quien esta semana negó que la Fuerza Armada vaya a ser “árbitro”.
La ONG de derechos humanos Foro Penal denunció que 135 personas vinculadas con la campaña de González Urrutia han sido arrestadas, de las cuales 47 permanecen detenidas. Hay diez candidatos en este proceso electoral al que están llamados a participar 21 millones de los 30 millones de venezolanos. Las encuestas favorecen a González Urrutia, pero el chavismo las desestima y acusa a sus adversarios de planear desconocer los resultados y generar violencia.