RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Luego de las modificaciones a la Reforma Fiscal propuesta por el Gobierno, diversos sectores y empresarios expresaron su negación ante tales cambios.
Tal es el caso de este escritor anónimo, quién nos envío su más reciente artículo detallando como en la República Dominicana pudiese desaparecer la clase media.
Artículo Íntegro:
La reciente propuesta de reforma fiscal presentada por el Gobierno de la República Dominicana ha generado un debate intenso entre diversos sectores del país.
Aunque sus impulsores aseguran que su objetivo es modernizar el sistema tributario y garantizar la sostenibilidad fiscal, el impacto sobre la clase media dominicana podría ser devastador.
En lugar de apuntalar a este crucial sector, las medidas propuestas parecen acelerar su desaparición, amenazando con aumentar la desigualdad y empobrecer a una franja de la población ya vulnerable.
Un peso fiscal cada vez más asfixiante
Uno de los pilares de la reforma es la ampliación del Impuesto sobre la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITEBIS), que pasará a llamarse Impuesto al Valor Agregado (IVA). Aunque algunos productos esenciales seguirán exentos, otros bienes y servicios que antes no pagaban este impuesto ahora estarán gravados con un 18%. Para la clase media, que ya lucha por mantener su nivel de vida en un contexto de creciente inflación, esto significa un golpe directo a su poder adquisitivo. Productos de consumo básico que antes podían comprar con mayor libertad ahora se encarecerán, empujando a muchas familias a recortar gastos en educación, salud o incluso alimentación.
El aumento de impuestos a la propiedad, otro de los puntos clave de la reforma, también golpea directamente a la clase media. Muchas familias dominicanas que con esfuerzo han logrado adquirir una vivienda ahora se verán afectadas por un incremento en el Impuesto al Patrimonio Inmobiliario (IPI), ya que el umbral de exención se reducirá. El costo de tener una casa propia subirá significativamente, poniendo en riesgo el sueño de miles de dominicanos de mantener su patrimonio.
Un sistema de salud y educación menos accesible
Uno de los cambios más alarmantes de la reforma es la eliminación de la deducción por gastos educativos. Esta medida afectará directamente a las familias de clase media que utilizan parte de sus ingresos para garantizar una educación de calidad para sus hijos en instituciones privadas. Al eliminar esta deducción, el gobierno está reduciendo el incentivo para invertir en la educación, obligando a estas familias a cubrir el costo total sin ningún alivio fiscal. Esto encarecerá la educación privada, y dado que el sistema público no siempre ofrece la calidad deseada, podría dejar a muchas familias sin alternativas viables.
A esto se suma el impacto en el sistema de salud. Aunque el gobierno ha prometido mejorar la atención primaria, la realidad es que la carga fiscal adicional sobre la clase media limitará su capacidad para acceder a seguros médicos privados o clínicas privadas de calidad. Esto incrementa la presión sobre los servicios de salud pública, que a menudo no tienen los recursos necesarios para atender la demanda.
Consumo bajo amenaza: los nuevos impuestos al alimento y al transporte
Los impuestos adicionales a productos como las bebidas alcohólicas y las bebidas azucaradas, aunque destinados a desincentivar el consumo, impactarán directamente en el bolsillo de los dominicanos. Para la clase media, que ya enfrenta dificultades para equilibrar sus ingresos y gastos, esto significa un costo mayor en productos que forman parte de su consumo habitual.
El aumento en los impuestos vehiculares, con una tasa de 3,000 pesos para vehículos de más de cinco años y de 6,000 pesos para los más nuevos, también presiona a este sector de la población. Muchas familias de clase media dependen de vehículos propios para desplazarse, dado el deficiente sistema de transporte público en varias zonas. Ahora, el costo de mantener un automóvil será considerablemente mayor, afectando tanto a quienes dependen del transporte para su trabajo diario como a los pequeños emprendedores que utilizan vehículos para su actividad económica.
Desigualdad creciente y desaparición de la clase media
Una de las grandes ironías de esta reforma fiscal es que, aunque busca mejorar las cuentas públicas y fortalecer la economía, lo hace sacrificando a la clase media, el motor de cualquier país en desarrollo. Este sector es el que impulsa el consumo, sostiene las pequeñas y medianas empresas y contribuye al crecimiento económico a través de la inversión en educación y en bienes duraderos. Si la carga tributaria sobre este grupo sigue creciendo, la clase media se verá forzada a reducir su consumo, afectar sus ahorros y, en muchos casos, caer en la pobreza.
Con la creciente presión fiscal y la falta de incentivos, lo que podría ocurrir es una polarización económica aún más acentuada, donde los más ricos encuentren formas de evadir o manejar la carga tributaria, mientras que los más pobres dependan completamente de los servicios públicos, que podrían no estar a la altura de las necesidades crecientes. En el medio, la clase media será quien sufra más, forzada a adaptarse a un costo de vida insostenible.
El Futuro de la República Dominicana: ¿Una sociedad sin clase media?
Si la propuesta de reforma fiscal se aprueba tal como está, la República Dominicana podría enfrentar un futuro donde la clase media, en lugar de fortalecerse, se debilita y eventualmente desaparece.
Sin el apoyo de una estructura tributaria más equitativa y una política fiscal que distribuya de manera justa las cargas, el país se arriesga a perder el impulso económico que este grupo ofrece.
La desaparición de la clase media no solo afectará el consumo y la economía, sino que también profundizará las brechas sociales, generando un país más desigual y con menos oportunidades para todos.
Es necesario reconsiderar esta reforma y buscar alternativas que protejan y fortalezcan a la clase media, garantizando que esta siga siendo el pilar que sostiene el desarrollo y la estabilidad económica de la nación. Si no se toman medidas, el país podría enfrentarse a un escenario donde la movilidad social se detiene y los sueños de progreso de miles de dominicanos se ven truncados por una estructura fiscal que, lejos de ayudar, amenaza con ahogar a quienes intentan salir adelante.