RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS (EFE).- El ministro de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Antony Blinken, regresó este lunes a Israel en su octava visita a la región para reactivar las conversaciones sobre el acuerdo de cese al fuego en Gaza que evite, además, un conflicto con Líbano, y se reunió con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén.
El cese al fuego «permitiría una posible calma a lo largo de la frontera norte de Israel», afirmó Blinken según el comunicado del Departamento de Estado de Estados Unidos, refiriéndose a los constantes intercambios de disparos entre el Ejército israelí y la milicia chií libanesa Hizbulá en la frontera desde el 8 de octubre, que amenazan con aumentar la intensidad del conflicto.
Blinken subrayó en la reunión «la importancia de evitar la expansión del conflicto», ante una creciente presión de la milicia proiraní, que este lunes lanzó 12 ataques contra territorio israelí.
En los intercambios de fuego en la frontera con Líbano, el uso de drones es cada vez más frecuente en Hizbulá, y sus ataques se alejan cada vez más de la línea fronteriza. Hoy, dos lanzamientos alcanzaron Nahariya, a 10 kilómetros, y otro llegó a Safed, a 23.
Poco después de reunirse con Netanyahu, Blinken también se reunió con el canciller Israel Katz, en la que trataron «la guerra en Gaza, la liberación de los rehenes y la lucha contra la amenaza iraní», escribió el jefe de la diplomacia israelí en la red social X, aludiendo nuevamente a las tensiones en la frontera norte.
Está previsto que a última hora de la noche Blinken se reúna también con el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, en Tel Aviv.
Al llegar a El Cairo, poco antes de viajar a Israel, Blinken fue claro sobre su objetivo y llamó a «presionar a Hamás para que acepte» la propuesta de acuerdo de alto el fuego.
El secretario de Estado insistió ante los medios en que «Israel ha aceptado la propuesta» de acuerdo, mientras que Hamás no lo ha hecho.
Sin embargo, ambas partes se encontraron en esta ronda de negociaciones con el mismo obstáculo que en las anteriores: el fin de la guerra.
Mientras Israel no acepte un alto el fuego definitivo hasta que se recuperen los rehenes y se ponga fin a Hamás, los islamistas instan a Netanyahu a comprometerse con un alto el fuego duradero para que el acuerdo avance.
Las familias de los rehenes presionan por el acuerdo
Mientras Blinken intenta redirigir las negociaciones, los familiares de los rehenes aún cautivos en Gaza continúan presionando al Gobierno para que alcance un acuerdo.
El movimiento por el retorno de los secuestrados, bajo el lema «Bring them home now» («Tráiganlos a casa ya»), organizó hoy una caravana de 120 vehículos, uno por cada rehén, con un recorrido de más de 200 kilómetros entre el asentamiento de Korazim (al norte de Israel) y los alrededores de la ciudad de Kyriat Gat (en el centro del país), pasando por Tel Aviv, situada a medio camino.
«Cada vehículo llevará sus imágenes (de los rehenes) y hará sonar su llamado para aceptar el acuerdo de Netanyahu», señaló el colectivo en su página web, en referencia a la continua presión de sus protestas hacia el Gobierno para garantizar el retorno seguro de los 120 cautivos en Gaza, 116 de ellos secuestrados en los ataques del 7 de octubre.
Más de 37,100 muertos en Gaza
Mientras tanto, en la Franja de Gaza, 40 palestinos perdieron la vida en las últimas 24 horas, elevando la cifra total de muertos a 37,124, mientras que los heridos, 218 hoy, superaron los 84,712 según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.
«Las tropas se retiraron de la zona oriental de Deir el Balah (centro) y algunos residentes decidieron volver a sus hogares y verificar el nivel de destrucción (…)», informaron a EFE fuentes palestinas, «cuando algunos fueron blanco de bombardeos que causaron muertes y heridas».
En Deir Al Balah, donde miles de gazatíes se refugiaron ante el avance de Israel en Rafah, el hospital Mártires de Al Aqsa funciona sin apenas recursos para atender a los cientos de heridos que provocó la operación israelí en Nuseirat -donde rescató a cuatro rehenes-.
«Decenas de heridos están tirados en el suelo entre la severa escasez de medicinas, material médico y combustible», advirtió la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en base las denuncias del Ministerio de Sanidad.
