RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.- El Gobierno de Estados Unidos anunció la reanudación parcial de su financiación a programas de ayuda alimentaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, beneficiando a seis países: Líbano, Siria, Irak, Jordania, Ecuador y Somalia.
No obstante, mantendrá suspendida la asistencia para Afganistán y Yemen, dos naciones gravemente afectadas por crisis humanitarias, debido a preocupaciones de seguridad.
Según confirmó este miércoles un portavoz del Departamento de Estado, la administración del presidente Donald Trump decidió mantener en pausa los fondos destinados a Afganistán y Yemen por considerar que, en esos contextos, “la financiación estaba beneficiando a grupos terroristas”, en alusión a los talibanes y a los hutíes, respectivamente.
El Departamento de Estado aseguró que la decisión se basa en evaluaciones internas de largo plazo y que Estados Unidos continuará trabajando con el PMA para “alinear mejor estos programas con las prioridades estratégicas” de Washington.
También recalcó que la suspensión afecta a menos del 15 % del total de subvenciones destinadas a la agencia de la ONU, con la que mantiene más de 130 programas activos.
El secretario de Estado, Marco Rubio, ha insistido en que la actual administración busca “reorientar” la asistencia exterior tras años de “mala gestión, fraude y prioridades desalineadas”, con el objetivo de garantizar que los fondos se utilicen de manera eficaz y en beneficio directo de la seguridad y prosperidad estadounidenses.
Por su parte, el PMA expresó su agradecimiento a Estados Unidos por reanudar parte del financiamiento y destacó que esta contribución es “vital para quienes enfrentan hambre aguda”.
No obstante, el organismo había manifestado a inicios de semana su “profunda preocupación” por informes que indicaban una posible cancelación total de la ayuda alimentaria a 14 países.
La continuidad de la asistencia a los países excluidos sigue siendo una incógnita, mientras organizaciones humanitarias advierten que la interrupción prolongada podría agravar la situación de millones de personas en riesgo de inseguridad alimentaria severa
