RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS (EFE).- La temporada de huracanes en el Atlántico, que oficialmente termina este 30 de noviembre, cerrará con una actividad superior al promedio y eventos climáticos de gran impacto, según informó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Entre los fenómenos destacados se encuentra Helene, el huracán más destructivo de este año, que afectó Florida con vientos de 220 km/h y dejó más de 150 muertos.
Helene, que tocó tierra el 26 de septiembre en el área del Big Bend, es el ciclón más potente que ha impactado esa región desde que se tiene registro y el más mortífero en Estados Unidos continental desde el huracán Katrina en 2005. La destrucción causada por Helene se extendió hasta Carolina del Norte, destacándose como uno de los eventos climáticos más severos del año.
Otro récord de la temporada lo marcó Beryl, un huracán de categoría 5 que se formó a finales de junio, siendo el ciclón de esa intensidad más temprano en desarrollarse en la historia del Atlántico. Aunque tocó tierra en Texas como un huracán de categoría 1, las marejadas ciclónicas generadas por Beryl ocasionaron inundaciones significativas en ese estado y en Luisiana.
El huracán Milton, que azotó Florida el 9 de octubre, también sobresalió por su rápida intensificación, con un aumento de 90 millas por hora en sus vientos en solo 24 horas. Milton dejó tras de sí un brote de 46 tornados y lluvias torrenciales que causaron inundaciones y daños graves en la región.
La temporada de 2024 registró 18 tormentas tropicales, de las cuales 11 se convirtieron en huracanes y 5 alcanzaron la categoría de huracanes mayores, cifras que superan el promedio de 14 tormentas, 7 huracanes y 3 huracanes mayores habituales en el Atlántico.
