RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- En 1984, el merengue dominicano experimentó un resurgimiento que marcó el comienzo de su época de mayor esplendor, conocida ahora como «Los años dorados del merengue». Esta etapa se caracterizó por la producción de álbumes memorables y una oleada de éxitos sin igual, así como la aparición de nuevas agrupaciones que enriquecieron el panorama musical del país.
Han pasado cuarenta años desde que una decena de álbumes y una veintena de merengues revolucionaron el género, con nuevas armonías y arreglos implementados por maestros experimentados como Wilfrido Vargas, Ramón Orlando, Dioni Fernández y Bonny Cepeda. Además, músicos emergentes como Manuel Tejada, Juan Luis Guerra, Luis Días y el fallecido Bertico Sosa también dejaron su huella.
Este 2024 se conmemoran cuatro décadas de esta cosecha musical irrepetible. El gestor cultural Alexis Méndez ha seleccionado los diez mejores álbumes de ese año, incluyendo «El Jardinero» de Wilfrido Vargas, «Los diseñadores» de Dioni Fernández, «Soplando», el primer álbum de Juan Luis Guerra, y otros destacados como «Luis “Terror” Días», «Fernandito» de Fernando Villalona, y «Belkis Concepción y las Chicas del Can».
El canal de YouTube de José Iván RD ha recopilado veinte temas emblemáticos que llevaron al merengue a un nivel de popularidad sin precedentes, tanto en la radio nacional como internacionalmente. Entre estos se encuentran «Ay ombe» de Luis Terror Días, «Ya no tienes ganas» del Grupo Félix de Félix del Rosario, «La Doncella» de los Nietos del Rey, y «Volvió Juanita» de Milly, Jocelyn y Los Vecinos, entre otros.
Ramón Orlando y Manuel Tejada destacaron en 1984 con arreglos innovadores en el primer disco de Alex Bueno y la Orquesta Liberación, lanzado en 1985, que incluyó éxitos como «Colegiala» y «Querida».
A pesar de este auge, algunos expertos, como Dioni Fernández, consideran que el merengue ya tenía una notable trayectoria antes de 1984. Fernández resalta el impacto previo de figuras como Johnny Ventura y Fernando Villalona, quienes ya habían transformado el merengue y lo habían llevado a escenarios internacionales.
Por otro lado, Ramón Orlando sostiene que 1984 marcó una nueva etapa musical para el merengue, con una proliferación de discos y éxitos sin precedentes. Orlando destacó cómo Wilfrido Vargas incorporó sintetizadores y baterías en «El Jardinero», y Juan Luis Guerra innovó con fusiones de jazz y pambiche en «Soplando».
El legado de 1984 continúa vivo en la memoria colectiva y en la música que sigue resonando en el gusto del público, recordando una época dorada que definió el merengue como uno de los ritmos más vibrantes y queridos de la República Dominicana.
