RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El geólogo Osiris de León ha detallado el proceso de exploración de tierras raras en República Dominicana, resaltando su gran potencial estratégico y económico para el país.
En una reciente entrevista, De León explicó que los estudios geológicos han identificado depósitos con concentraciones de tierras raras que son significativamente más altas que las que se encuentran en otros países.
“En depósitos como Las Mercedes, Aceitillá y El Turco, las concentraciones oscilan entre 1,700 y 2,000 partes por millón, mientras que en otros países los depósitos promedio son de alrededor de 450 a 550 partes por millón”, indicó el geólogo, destacando el potencial único de estos recursos en el país.
La exploración continúa con estudios geoquímicos, geofísicos y perforaciones que están permitiendo obtener más datos sobre las reservas de tierras raras en el país.
De León señaló que actualmente se están enviando muestras a laboratorios en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Brasil y Alemania para realizar pruebas y determinar las tecnologías metalúrgicas más eficaces para la recuperación de estos elementos.
El geólogo enfatizó la importancia de las tierras raras en la fabricación de productos tecnológicos avanzados como teléfonos móviles, computadoras, vehículos eléctricos y turbinas eólicas.
“Son esenciales para la electromovilidad y la transición energética, lo que representa una gran oportunidad para la economía dominicana”, agregó.
En cuanto al impacto ambiental, De León aseguró que la minería de tierras raras en el país no ha generado daños químicos significativos, aunque reconoció un impacto visual debido a la minería selectiva de la bauxita realizada por la Alcoa Exploration Company.
En este sentido, subrayó la necesidad de restaurar las áreas afectadas, sugiriendo que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en colaboración con los operadores mineros, implementen un programa de recuperación ambiental.
“Las áreas intervenidas deben ser niveladas, asegurando una adecuada pendiente para el drenaje del agua de lluvia, y reforestar la zona con especies forestales autóctonas”, propuso De León.
Asimismo, el especialista destacó la necesidad de establecer regulaciones claras y mecanismos de supervisión para asegurar que la explotación de tierras raras sea sostenible.
“Es crucial que el Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio de Medio Ambiente sigan de cerca el proceso para evitar un daño irreversible a los ecosistemas”, dijo.
De León concluyó que la extracción de tierras raras podría reducir la dependencia del país de los mercados internacionales y fortalecer la industria nacional.
“Desarrollar una industria bien estructurada de tierras raras nos colocaría en una posición privilegiada dentro del mercado global, especialmente en un momento en que la demanda de estos materiales está en aumento”, afirmó.