RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Servio Tulio Castaños Guzmán, expresó su firme rechazo a los privilegios que gozan los legisladores, como el “cofrecido”, “el barrilito” y las exoneraciones fiscales, calificándolos como ilegales y una práctica que debe ser eliminada.
Según Castaños Guzmán, estos beneficios no solo son inapropiados desde el punto de vista jurídico, sino que también distorsionan la equidad política y la competencia dentro del sistema democrático.
El dirigente de FINJUS recordó que estos privilegios se instauraron hace años en el modelo político dominicano, y sostuvo que la sociedad en general los rechaza, pues no se entiende que los legisladores legislen en beneficio propio.
“No puedes legislar para tu propio provecho personal”, aseveró, argumentando que el uso de exenciones fiscales y otros beneficios ha sido una práctica rechazada por amplios sectores de la ciudadanía.
Castaños Guzmán solicitó una revisión exhaustiva de las exenciones fiscales y pidió que se eliminen aquellas que no se justifican. En su opinión, si el gobierno considera necesario mantener algunas de estas exenciones, se debe realizar un análisis conjunto con los sectores involucrados para determinar cuáles deben mantenerse y cuáles eliminarse.
El presidente Luis Abinader también se ha pronunciado sobre el tema, sugiriendo que las exoneraciones de los legisladores sean limitadas a un solo beneficio durante su mandato, con un monto establecido.
En respuesta, algunos diputados, como Rosendy Polanco, sugirieron que la propuesta del presidente también debería incluir la eliminación de privilegios para los funcionarios en general, mientras que otros, como Rafael Tobías Crespo, criticaron el uso de recursos públicos y señalaron que instituciones del Estado realizan eventos con presupuestos similares a las exoneraciones de los legisladores.
Castaños Guzmán también propuso que las subvenciones de combustibles que benefician a diversas instituciones en el país sean evaluadas, argumentando que algunas de ellas, que en su momento fueron justificadas, podrían no ser necesarias en el contexto actual.
Reiteró que, mientras las exenciones fiscales pueden ser objeto de revisión, los privilegios como el “barrilito” y el “cofrecito” deben ser eliminados de inmediato, ya que no pueden seguir siendo mantenidos dentro del sistema legislativo.