Google, parte de Alphabet Inc. (GOOGL), ha estado llevando a cabo debates sobre la eficacia y utilidad de Bard, su chatbot de inteligencia artificial. Durante varios meses, Google ha mantenido un foro exclusivo para usuarios frecuentes de Bard, donde los responsables del producto, ingenieros y desarrolladores discuten abiertamente sobre las capacidades de esta herramienta de IA. La pregunta fundamental es si los considerables recursos invertidos en el desarrollo de Bard justifican su uso.
«Mi regla básica es no confiar en los resultados de los LLM (siglas en inglés) a menos que pueda verificarlos de manera independiente», comentó Dominik Rabiej, director de producto de Bard, en el chat de Discord el pasado mes de julio. Se refiere a los grandes modelos lingüísticos, los sistemas de IA que se entrenan con vastas cantidades de texto y que constituyen la base de chatbots como Bard y ChatGPT de OpenAI Inc. «Me gustaría que llegara el momento en que esto fuera posible, pero aún no ha ocurrido».
Bard es la respuesta de Google a ChatGPT de OpenAI, y desde su lanzamiento en marzo, ha ido incorporando nuevas características, como la capacidad de analizar imágenes y proporcionar respuestas en múltiples idiomas. En septiembre, Google anunció su actualización más significativa hasta la fecha: la integración de Bard con servicios clave como Gmail, Maps, Docs y YouTube.
Sin embargo, a medida que Google ha integrado a Bard en sus productos principales, ha enfrentado críticas por generar información falsa y proporcionar consejos potencialmente peligrosos. Para abordar esto, Google introdujo un botón de búsqueda de Google en Bard el mismo día que presentó las extensiones de la aplicación, permitiendo a las personas verificar la veracidad de las respuestas generadas por la IA con los resultados de búsqueda.
Otro punto de preocupación son las condiciones laborales de los contratistas que capacitan a Bard. Se ha alegado que se les da instrucciones complicadas para completar en minutos.
Para Google, el éxito de Bard AI es crucial, ya que la compañía depende en gran medida de sus servicios de búsqueda para generar la mayor parte de sus ingresos. La creciente competencia en el campo de la inteligencia artificial ha desafiado su posición dominante en las búsquedas.
Las discusiones sobre Bard han tenido lugar en Discord, una plataforma de chat, a la que se accede por invitación y donde miembros de la comunidad Bard de Google han compartido detalles de estas conversaciones. A través de docenas de mensajes revisados por Bloomberg, se ha revelado cómo los líderes de la empresa responsables del desarrollo de Bard se muestran en conflicto en lo que respecta al potencial de la herramienta. Las conversaciones han abordado limitaciones y posibles aplicaciones creativas, así como la importancia de la contribución humana en el entrenamiento de algoritmos de Bard.
La googlera Cathy Pearl, responsable de experiencia de usuario en Bard, también ha planteado interrogantes sobre la utilidad de los LLM en agosto. «La pregunta que me sigue intrigando es: ¿para qué sirven realmente los LLM, en términos de utilidad? Es cuestión de hacer una diferencia real. ¡Todavía no lo tenemos claro!»
Google ha defendido estas discusiones como una parte rutinaria del proceso de desarrollo de productos y ha expresado su deseo de escuchar los comentarios de los usuarios para mejorar la experiencia con Bard.
