Por Jeimy Moquete
RDÉ DIGITAL, MOSCÚ.- El gobierno israelí ejecutó este jueves el cierre definitivo de seis escuelas administradas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Jerusalén Este, dejando sin clases a más de 800 estudiantes palestinos. Las instituciones educativas operaban en barrios como Shufat, y su clausura representa un nuevo episodio en la tensión entre Israel y la ONU tras el inicio de la guerra en Gaza.
La medida, que se impuso hace un mes con un ultimátum de 30 días, culminó con la intervención de policías armados y funcionarios del Ministerio de Educación de Israel. Las autoridades justificaron la decisión alegando que los centros operaban sin licencia oficial y que su contenido educativo promovía “sentimientos antiisraelíes”, una acusación que la UNRWA niega rotundamente.
Denuncias por afectación emocional y falta de alternativas
La noticia generó consternación entre estudiantes, docentes y padres. “Cuando me despedí de los maestros, y cuando fui a abrazarlos, comencé a llorar porque no sé a qué escuela iré”, expresó Layan Ramadan Nataheh, alumna de la Escuela Básica de Niñas de Shufat.
“La presencia de soldados dentro de una escuela asusta a las niñas, y la decisión de cerrar la escuela ha afectado su ánimo y su futuro porque no tienen a dónde ir”, lamentó Shujan Abu Remailah, residente del campo de refugiados de Shufat.
El Ministerio de Educación israelí anunció que los alumnos serán reubicados en otras escuelas dentro de Jerusalén. Sin embargo, padres y directivos advierten que estas alternativas suponen riesgos significativos: los estudiantes deberán cruzar puestos de control militares diariamente, algunos sin permisos válidos, exponiéndose a largas filas y situaciones de tensión.
UNRWA, blanco de una campaña sistemática
El cierre de las escuelas se produce en un contexto de presión creciente contra la UNRWA, especialmente desde los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023, que dieron inicio a la actual ofensiva israelí en Gaza. Israel ha acusado reiteradamente a la agencia de ser parcial y de permitir actividades vinculadas con grupos armados, acusaciones que UNRWA ha rechazado y considera parte de una campaña para deslegitimar su trabajo.
A pesar del cierre en Jerusalén Este, las escuelas de UNRWA en Cisjordania continúan operando, aunque bajo condiciones cada vez más difíciles.
