Tensiones y significados
Lo que se concentra como temática en la relación filme-espectador es el sentido direccional que adquiere una propuesta vinculada a una acción visible y que se reconoce por los signos, símbolos, enunciados y tropos que producen un efecto perceptual y sensible, llamado CINE o imagen en movimiento.
Este tipo de aserto justifica toda una historia del mirar y lo mirado de lo dicho y su predicado, del texto y el contexto de producción de sentido, donde se hace observar en proceso toda una familia de imágenes, sonidos, mundos y escenas de lo visible que denotan y connotan imaginarios de todo tipo, tal y como podemos ver en películas como El dictador, Candilejas, Octubre, la Guerra de las Galaxias, Gravity, La noche, Los cuentos de Canterbury, La Divina Comedia, Electra y otras que concurren en el llamado cine de autor o cine de ideas. Todo ese trayecto asegura por lo mismo una travesía estilística y vinculada o ligada a la tradición moderna y tardomoderna, legible desde el concepto de forma y enmarque inteligente.
Desde el punto de vista crítico, el “suceder” estará siempre ligado a lo visible de la acción. Así como a los subtextos de la misma, problema este que construye y define la escritura del cine y la conciencia del lenguaje cinematográfico utilizado por el director, el guionista, el editor y todos los involucrados en un equipo de creación y producción cinematográfica.
Las claves de una textualidad crítica, argumentativa, comunicadora y procuradora de efectos cinematográficos, plantea subtextos ligados a explicaciones que subyacen a un registro escrito, dirigido, filmado, montado, producido en su enmarque y otras operaciones reveladoras de situaciones humanas, transformativa, traducibles y debidamente motivadas por una propuesta basada en selecciones expresivas y formales. Véase en este sentido la propuesta de Imanol Zumalde, (La experiencia filmica. Cine pensamiento y emoción, editorial cátedra, Madrid, 2011; en particular ver, capítulos 3, 4 y 5).