RDÉ DIGITAL, HAITÍ (EFE).- La representante especial para Haití de Naciones Unidas, María Isabel Salvador, advirtió este miércoles que la misión de seguridad liderada por Kenia para enfrentar la inseguridad de las pandillas en Haití será «insuficiente» si no se abordan primero los problemas sociales subyacentes del país.
En una entrevista con EFE antes de su comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Salvador destacó que «la guerra no resuelve los problemas socioeconómicos, sino que puede agudizarlos». La situación en Haití se ha deteriorado tras décadas de crisis, con un notable agravamiento desde el terremoto de 2010 y el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.
Haití se encuentra sumido en una espiral de violencia con asesinatos, secuestros y violaciones, así como una grave escasez alimentaria y falta de acceso a recursos básicos. Según datos de Naciones Unidas, el primer trimestre de 2024 fue «el más violento» registrado, con 2.500 casos de muertes violentas o heridas graves causadas por bandas criminales.
Salvador, quien también es jefa de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), recalcó que la existencia de estas bandas depende de la financiación externa y de flujos de armamento, a menudo sofisticado. La representante hizo un llamado a los Estados para controlar mejor el flujo de armas que alimenta otros tráficos ilegales, como el de personas y drogas.
Recientemente, se desplegó el primer contingente de 200 agentes de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), liderada por Kenia. La misión internacional debería contar con hasta 3.000 policías, mayoritariamente kenianos, aunque BINUH indicó que aún no se sabe «realmente» cuál será el número final.
Países como Benín, Jamaica, Bahamas y Antigua y Barbuda han prometido enviar personal, mientras que EE.UU., Canadá y Francia proveerán equipamiento y financiación.
Salvador expresó confianza en el compromiso de Kenia a pesar de la inestabilidad en dicho país, donde recientes manifestaciones antigubernamentales han causado la muerte de unas 40 personas. «La determinación política de William Ruto (presidente de Kenia) siempre fue clara. Está habiendo protestas muy fuertes, pero no creo que eso lo complique en la práctica, aunque genera ruido», afirmó.
La crisis en Haití desplazó internamente a unas 580.000 personas, principalmente en Puerto Príncipe. Salvador instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para apoyar al país caribeño. «No podemos abandonar a Haití como tampoco podemos abandonar a Gaza, Ucrania o Sudán», declaró, advirtiendo sobre la «fatiga de la cooperación» que podría estar afectando la respuesta internacional.
