RDÉ DIGITAL, VATICANO.- En el marco del Jubileo dedicado a los obispos, el papa León XIV exhortó este miércoles a los prelados católicos a asumir con responsabilidad y firmeza su rol frente a los casos de abusos, especialmente contra menores, subrayando la necesidad de aplicar con rigor las disposiciones vigentes en estos asuntos.
Durante una meditación celebrada en la Basílica de San Pedro ante centenares de obispos llegados de distintos países, el pontífice señaló que “el obispo debe ser firme y decidido al afrontar las situaciones que puedan provocar escándalo”, al tiempo que reiteró la obligación de actuar conforme a las normas establecidas por la Iglesia.
El papa, de doble nacionalidad estadounidense y peruana, centró su mensaje en el modelo de pastor que espera para la Iglesia actual: una figura cercana a la gente, sobria en su estilo de vida y profundamente comprometida con las realidades sociales de su comunidad.
“Debe ser un hombre de esperanza, especialmente cuando el camino del pueblo se hace más difícil”, expresó.
León XIV llamó a los obispos a no limitarse a discursos, sino a estar presentes en medio de los desafíos cotidianos de sus comunidades. Mencionó específicamente a las familias sobrecargadas, a los jóvenes desilusionados y a los ancianos que se sienten olvidados.
“El obispo no ofrece recetas, sino que acompaña, viviendo el Evangelio desde la sencillez y la solidaridad”, añadió.
También subrayó cualidades clave del liderazgo episcopal, como la prudencia pastoral —que permite valorar las tradiciones locales y al mismo tiempo abrirse a nuevos caminos—, así como la austeridad, la lealtad, la capacidad de escucha y el compromiso con los pobres.
“Las personas más humildes deben encontrar en el obispo a un padre y hermano, alguien con quien puedan hablar sin sentirse incómodas”, indicó.
Papa destaca virtudes de los obispos
Entre las virtudes destacadas, León XIV enumeró la continencia, la sinceridad, la paciencia, el dominio de sí mismo y la disposición al servicio.
Insistió en que el liderazgo pastoral no debe verse influido por intereses materiales ni favoritismos.
“El obispo está llamado a guiar desde el testimonio, no desde el privilegio”, enfatizó.