RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.– República Dominicana consolidó esta semana su papel como actor clave en la diplomacia ambiental al organizar un evento de alto nivel centrado en la crisis del sargazo, en el marco de la Conferencia de los Océanos.
La iniciativa reunió a representantes gubernamentales, organismos internacionales y actores regionales, y fue calificada por el Gobierno como una victoria tanto diplomática como ambiental.
Uno de los logros más significativos fue la presentación oficial de un proyecto de resolución ante la Asamblea de Naciones Unidas para el Medioambiente.
Esta propuesta, encabezada por República Dominicana, busca que la comunidad internacional reconozca formalmente la proliferación del sargazo como una crisis ambiental global, lo que permitiría activar mecanismos de cooperación técnica y financiera.
Apoyo internacional y plan de acción regional
La propuesta dominicana recibió el respaldo de organismos multilaterales como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS) y la Asociación de Estados del Caribe. También fue apoyada por países de África, el Caribe y América Latina, reflejando la dimensión transnacional del problema.
Durante el encuentro se presentó un plan de acción regional promovido conjuntamente por República Dominicana, Francia, Costa Rica y México.
Este documento busca coordinar esfuerzos para la gestión sostenible del sargazo, incluyendo monitoreo científico, mecanismos de alerta temprana y cooperación en soluciones tecnológicas.
En representación de Francia participó el ministro delegado de Francofonía y Colaboración Internacional, Thani Mohamed Soilihi, quien reafirmó el compromiso del país europeo con la causa.
Por su parte, la secretaria de Medio Ambiente de México, Alicia Bárcena, instó a Brasil a unirse al esfuerzo colectivo.
Un enfoque diplomático y científico sobre el sargazo
El evento lo organizó el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) y moderado por Claudia Taboada, directora de Ciencia, Tecnología y Medioambiente.
También participó el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Paíno Henríquez.
Henríquez destacó que el sargazo no solo representa un reto ecológico, sino también económico.
“Afecta la pesca, el turismo y la salud costera en varios países del Caribe”, indicó.
El Gobierno considera este encuentro como un paso decisivo hacia el reconocimiento internacional del sargazo como una amenaza ambiental sistémica, al tiempo que refuerza su liderazgo en la región en temas de diplomacia ambiental.
De ser aprobada la resolución en el foro de ONU, estaría la posibilidad de establecer un mecanismo de seguimiento global y acceso a fondos internacionales.
Esto permitiría a los países afectados desarrollar respuestas más eficaces ante este fenómeno que, año tras año, impacta sus ecosistemas y economías costeras.
