RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- La República Dominicana tiene el potencial para convertirse en un importante centro de producción agropecuaria que abastezca los mercados del Caribe, aprovechando terrenos cultivables en abandono o subutilizados. Así lo afirmó el economista Juan Ariel Jiménez durante el XXVI Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario.
Jiménez destacó la necesidad urgente de implementar políticas de planificación que protejan los terrenos con vocación agrícola. “Hasta que no tengamos una buena ley de ordenamiento territorial, no podremos detener la destrucción de estos terrenos”, expresó.
El economista propuso que, además de una legislación adecuada, se requiere una estrategia integral de inversión en infraestructura rural para maximizar el uso de los terrenos. Las medidas recomendadas incluyen:
– Construcción de caminos interparcelarios
– Electrificación de las fincas
—Construcción de presas y lagunas para la preservación del recurso agua.
“Es fundamental también promover la infraestructura privada a través de políticas de préstamos eficaces”, añadió Jiménez. Además, enfatizó la necesidad de que los productores agropecuarios cuenten con maquinaria moderna, plantas de secado y almacenamiento, lo que podría reducir los costos y, por ende, disminuir los precios de los alimentos.
Jiménez subrayó que, para aumentar la productividad, se deben realizar mayores inversiones en tecnología agrícola. Estas incluyen herramientas para medir la humedad, la temperatura y la presencia de químicos. “Con el uso de tecnologías genéticas y de producción, podríamos incrementar la productividad por hectárea”, indicó.
El economista también planteó que las autoridades deben fomentar la tecnificación agrícola, pasando de sistemas de riego por inundación a tecnologías de precisión y utilizando tecnologías láser para nivelar terrenos. A su vez, resaltó la importancia de generar empleo en áreas complementarias de la producción, como las actividades poscosecha, para contrarrestar la posible reducción de puestos de trabajo debido a la automatización.
“Tenemos un gran potencial con nuestro terreno altamente productivo, pero necesitamos una política agropecuaria sólida y sostenible en el tiempo”, concluyó Jiménez.