RDÉ DIGITAL, SANTO DOMINGO.- Marco Rubio, nominado para el cargo de secretario de Estado de EE. UU., presentó su visión estratégica para la diplomacia estadounidense en su audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, destacando como prioridades la promoción de la paz global y el fortalecimiento de la seguridad y prosperidad nacional. En su intervención, Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y actual senador por Florida, reafirmó su compromiso de poner los intereses de Estados Unidos en primer plano y revitalizar las alianzas clave del país.
“El presidente Trump regresa al cargo con un mandato claro de los votantes. “Los estadounidenses quieren un país fuerte, comprometido con el mundo, pero guiado por un objetivo concreto: promover la paz fuera y la seguridad y prosperidad dentro de nuestras fronteras”, afirmó Rubio, quien, de ser confirmado, se convertiría en el primer latino en dirigir la diplomacia de EE. UU.
En un enfoque pragmático, Rubio explicó que, bajo su liderazgo, el Departamento de Estado estaría enfocado en tres principios fundamentales: garantizar la seguridad nacional, fortalecer la influencia estadounidense en el escenario mundial y promover la prosperidad de los ciudadanos estadounidenses. “Cada dólar que gastemos, cada programa que financiemos y cada política que implementemos debe responder a tres preguntas clave: ¿Hace que Estados Unidos sea más seguro? ¿Lo hace a Estados Unidos más fuerte? “Hace que Estados Unidos sea más próspero”, subrayó.
El senador también abordó los retos actuales que enfrenta el país, señalando que EE. UU. debe adaptarse a un panorama internacional que ha cambiado significativamente desde la caída del muro de Berlín. En este sentido, Rubio mencionó las amenazas geopolíticas de actores como China y Rusia, que han manipulado el “orden global” para su beneficio, a menudo en detrimento de los intereses de EE. UU. Además, subrayó los problemas derivados de la crisis migratoria, el narcotráfico y el terrorismo, advirtiendo sobre la necesidad de una política exterior centrada en la seguridad nacional y en la estabilidad interna.
En su discurso, Rubio también reconoció la importancia de la política exterior de EE. UU. para abordar las atrocidades y el sufrimiento humano a nivel global, pero hizo hincapié en que los intereses de los ciudadanos estadounidenses deben prevalecer. “Poner los intereses de Estados Unidos y los estadounidenses por encima de todo lo demás nunca ha sido más relevante que ahora”, declaró, destacando que la prudencia y el enfoque en los intereses nacionales no deben confundirse con aislacionismo, sino con un realismo que priorice la estabilidad y seguridad del país.
Rubio cerró su intervención reafirmando su compromiso de trabajar para garantizar que cada acción del Departamento de Estado esté alineada con la mejora de la seguridad, la fuerza y la prosperidad de EE. UU., y reiteró que, de ser confirmado, su misión será lograr que el país recupere su liderazgo global con un enfoque renovado en sus propios intereses y valores.
