Los restos de la intelectual y líder del Movimiento Sufragista dominicano, Ana Emilia Abigaíl Mejía Solière, conocida como Abigail Mejía, finalmente fueron depositados en un sarcófago del Panteón Nacional, al lado de Salomé Ureña, como conclusión de una historia que comenzó hace 20 años.
El presidente de la República, Luis Abinader; la vicepresidenta Raquel Peña, la ministra de la Mujer y la familia de Abigaíl participaron en la ceremonia solemne para cumplir con el mandato de un decreto firmado por el mismo mandatario en abril de este año.
Pero, el traslado había sido dispuesto en el año 2003 por el entonces presidente Hipólito Mejía, mediante otro decreto. Para ello se creó una comisión que presidía la vicepresidenta de este entonces, Milagros Ortiz Bosch.
Abigail Mejía recibió póstumamente la Órden del Mérito Juan Pablo Duarte en el grado de Comendador por el gobierno de Joaquín Balaguer, en el año 1995, por el centenario de su natalicio.
La escritora, pensadora, erudita, humanista, feminista, políglota, ensayista, crítica literaria, museógrafa, maestra normal, biógrafa, filóloga y civilista se convirtió así en la séptima mujer en ocupar un lugar en el Panteón de la Patria, y la cuadragésimo sexta personalidad en este camposanto.
Su osamenta fue exhumada ayer del cementerio de la avenida Independencia.