RDÉ DIGITAL, ESTADOS UNIDOS.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó este miércoles su disposición a extender el plazo del 9 de julio para que países socios continúen negociando acuerdos comerciales antes de que entren en vigor los llamados “aranceles recíprocos”, una medida que su administración ha promovido como parte de su estrategia de presión para equilibrar la balanza comercial.
“En algún momento enviaremos cartas explicando el acuerdo. Podrán aceptarlo o rechazarlo. No tienen que comprar en Estados Unidos si no quieren”, afirmó el mandatario a su llegada al Kennedy Center en Washington, en declaraciones informales a la prensa.
Según Trump, Estados Unidos está actualmente negociando con una quincena de países, incluidos Japón y Corea del Sur, aunque reconoció que hay más de 150 naciones interesadas, lo que hace inviable avanzar simultáneamente con todas.
“Eso no es posible de gestionar”, aseguró.
El pasado abril, la Casa Blanca anunció una pausa en la aplicación de nuevos aranceles, con una fecha límite fijada para el 9 de julio.
Sin embargo, Trump sugirió ahora que esa fecha podría ajustarse en función del progreso de las negociaciones.
Esta semana, la Oficina del Representante de Comercio de EE. UU. envió recordatorios formales a varios socios comerciales sobre el vencimiento del plazo.
Hasta ahora solo se ha alcanzado un acuerdo parcial con el Reino Unido y un nuevo pacto con China.
Este fue cerrado este martes en Londres, aunque todavía pendiente de aprobación oficial.
Trump calificó ese acuerdo con China como “muy importante” y afirmó que incluye disposiciones como la imposición de un arancel del 55 % a productos chinos, cifra que ha generado dudas por posiblemente incluir gravámenes anteriores.
A cambio, China mantendría un 10 % de aranceles a las importaciones estadounidenses y garantizaría el suministro de minerales estratégicos a empresas de EE. UU.
También se incluye la aprobación de visados para estudiantes chinos en universidades estadounidenses.
Sobre el acuerdo de Trump y China
El mandatario insistió en que EE. UU. ha conseguido “todo lo que necesita” en el acuerdo con China, al tiempo que manifestó su expectativa de que el pacto beneficie también a Pekín.
La política comercial de “aranceles recíprocos”, impulsada por Trump desde su regreso al poder en enero, ha sido criticada por generar incertidumbre entre socios tradicionales y por sus posibles efectos en cadenas de suministro globales.
Sin embargo, el gobierno sostiene que es una vía legítima para corregir lo que considera décadas de desequilibrios comerciales.
