RDÉ DIGITAL, WASHINGTON.- El presidente Donald Trump solicitó este miércoles una reducción de los tipos de interés, una medida que considera alineada con su política de aumento de aranceles generalizados, justo antes de que se conociera el dato de inflación de enero, que subió una décima.
A través de su cuenta en la red social Truth Social, Trump expresó: “Los tipos de interés deberían bajarse, lo que irá mano a mano con las subidas de aranceles. “¡Vamos al rock and roll, América!”
Poco después, al conocerse que la inflación de enero alcanzó el 3 %, Trump reaccionó con otro mensaje: “¡La inflación de Biden para arriba!”, culpando al gobierno de su sucesor, Joe Biden, por el aumento de los precios. Esta crítica sobre la inflación fue uno de los principales argumentos que utilizó durante su campaña presidencial, y sigue siendo un tema recurrente en su discurso político.
Trump dirigió su petición de reducir los tipos de interés a la Reserva Federal de EE. UU., que es la encargada de definir la política monetaria del país. Sin embargo, en la misma jornada, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, descartó cualquier reducción de los tipos en el corto plazo. Durante una comparecencia ante el Comité de Banca del Senado, Powell señaló: “No necesitamos tener prisa por ajustar nuestra política”, y añadió que un ajuste excesivamente rápido podría obstaculizar el progreso en la lucha contra la inflación.
Powell destacó que una bajada de los tipos demasiado pronunciada o rápida podría generar efectos negativos en la inflación, mientras que una acción demasiado lenta podría perjudicar la actividad económica y el empleo.
Las declaraciones de Trump no son nuevas. A lo largo de su mandato y en su rol de expresidente, ha insistido en la necesidad de reducir los tipos de interés para fomentar el crecimiento económico, especialmente en sectores como la industria. Sin embargo, esta posición genera un posible conflicto con Powell, quien ha reiterado la independencia de la Reserva Federal al momento de tomar decisiones sobre la política monetaria.
Mientras tanto, la persistente inflación y los posibles efectos adversos de la política de aranceles de Trump continúan siendo puntos clave en el debate económico en Estados Unidos.