RDE DIGITAL, EL CAIRO/RAFAH. – La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) vive “horas críticas” antes de tener que poner fin a sus operaciones de ayuda en Gaza ante la falta de combustible para sus hospitales, escuelas y centros de ayuda, un recurso vital que no ha llegado al enclave palestino en toda la jornada.
La UNRWA advirtió anoche de forma urgente que en 24 horas tendría que cerrar sus operaciones.
De momento, según el último informe de la UNRWA de las 18 horas de Gaza (15 horas GMT) no se ha producido ese cierre, pero durante toda la jornada portavoces de la organización han repetido que la hora es “muy crítica” para sus actividades y la presión ha ido creciendo para que se habilite el acceso de combustible.
EFE pudo constatar que en el cruce fronterizo de Rafah, el único acceso a la Franja de Gaza que no está bajo control de Israel, no había ningún camión cisterna esperando para ingresar.
Sólo una ONG jordana, la Autoridad Caritativa Jordana anunció que comenzó a suministrar combustible a un hospital de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
Contactada por EFE, la organización no reveló si el carburante distribuido provenía de sus reservas o accedió desde el exterior de la Franja, y se limitó a decir que “lo importante es que sea suministrado”.
Según la ONG, que realizó la operación en colaboración con el Hospital Jordano en Gaza y la Media Luna Roja palestina, los hospitales necesitan como mínimo más de 5.000 litros diarios para poder operar.
Colapso
Mientras la atención de la ONU aguarda el combustible imprescindible para “operaciones humanitarias que salvan vidas”, el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo islamista palestino Hamás, declaró el “colapso total” del sistema de salud de la Franja por la falta de combustible y los bombardeos de Israel.
El Ministerio indicó que las instituciones sanitarias han dejado de funcionar y que los hospitales que quedan abiertos no pueden seguir ofreciendo servicio.
Agregó que actualmente hay “más de 7.000” enfermos y heridos que necesitan de tratamiento urgente, a los que los servicios sanitarios de Gaza no pueden atender.
La UNRWA mantiene abiertos 8 de sus 41 centros de salud y 93 unidades médicas móviles para atender a los palestinos de Gaza, mientras que unos 613.000 gazatíes desplazados por el conflicto y los bombardeos indiscriminados de Israel sobre el pequeño territorio están refugiados en alguno de los 151 refugios que la organización tiene allí.
Hasta 38 funcionarios de la UNRWA han muerto a causa de los bombardeos desde el 7 de octubre.
Gran escala
La directora de la organización humanitaria CARE para Cisjordania y Gaza, Hiba Tibi, emitió un comunicado en el que informó de que a mediodía de este miércoles “un tercio de los hospitales de Gaza han cerrado por que se quedaron sin medicinas y combustible para sus generadores y casi dos tercios de las clínicas han cerrado. Las vidas de miles de heridos y enfermos está en juego”.
“Más de dos millones de personas en Gaza necesitan ayuda humanitaria a gran escala. La necesitan ya. Y necesitan que la lucha se detenga”, indicó en su comunicado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó ayer de que seis hospitales de la Franja de Gaza habían cerrado por falta de combustible y otros dos suspendieron algunos servicios críticos por el mismo motivo, mientras que reclamó el paso seguro de carburante y suministros para los centros sanitarios.
Ayer la OMS entregó 34.000 litros de combustible a cuatro grandes hospitales del sur de Gaza y a la Media Luna Roja Palestina para mantener sus servicios de ambulancia, una cantidad que, según dijo, sólo es suficiente para mantener el funcionamiento de estas instalaciones durante poco más de 24 horas.
Tanto organismos internacionales como numerosos países, especialmente los vecinos árabes, han criticado la entrada a cuentagotas de la ayuda humanitaria, así como los bombardeos incesantes que sufre la Franja de Gaza.
La guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás en el enclave palestino que estalló el 7 de octubre deja más de 1.400 muertos y cerca de 5.000 heridos en territorio israelí, mientras que los incesantes bombardeos israelíes dejan más de 6.500 muertos y unos 17.000 heridos en la Franja de Gaza.