Muchas veces pensamos que en la alimentación nocturna lo único importante es no engordar, cuando hay personas que están bajo peso o en una talla normal, por lo que esto no significa un dolor de cabeza. Sin embargo, para ellos y para todos los demás los alimentos que se consumen al llegar la noche deberían tener mayores restricciones sea cual sea el caso.
Una de las razones es obvia pero muy ignorada, al llegar la noche se acerca el momento del descanso en el que debe participar todo el cuerpo y la mente. Si lo saturamos le estamos dejando tareas pendientes que el organismo tendrá que resolver en el transcurrir de ese tiempo; mientras que por otro lado si consumimos comidas cuya función es energizar, por muy saludable y naturales que sean, entorpecerán la reparación del cuerpo mediante el descanso.
Al momento de elegir la cena lo ideal es escoger alimentos de fácil digestión y que preparen el cuerpo para 7 u 8 horas de reposo; evitando aquellos que te dan mucha energía y te activan hacia la vigilia, en especial los siguientes tres que describimos a continuación.
Avena: Es un cereal rico en nutrientes y muy saludable para todas las edades; no obstante, evita el consumo nocturno e incluso al caer la tarde, porque tiene alto valor energético. Por otra parte, aunque no lo sientas en el paladar, ella tiene azúcares que de comerlas a ciertas horas del día aumentarán tu peso; lo ideal es que te limites a comerla en un horario en el que requieras vitalidad.
Ají picante: Aunque para algunos les suene raro, no lo es. Este singular fruto tiene su encanto en la irritación que causa y que conocemos como sabor picante; al que cada vez más personas buscan en una deliciosa comida y en la cena como pastas, caldos y carnes.
La razón por la que no se debe incluir en la alimentación nocturna es porque es super energizante, gracias a la riqueza de la sustancia Capsaicina que acelera el metabolismo, mientras aumenta la temperatura corporal; lo que significa que no te favorecerá a la hora de buscar el sueño.
Chocolate: Con este tesoro de la tierra cualquiera cae en la tentación a cualquier hora, pero el precio a pagar podría ser horas de desvelo y cansancio al despertar; ya que con él ocurre lo mismo que con el café, que es un estimulante natural del sistema nervioso causado por la presencia de cafeína, teobromina y feniletilamina. Lo ideal es que lo dejes en la despensa o la nevera para cuando arranque el día.
