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septiembre 20, 2024
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FAO dice es absurdo que Latinoamérica sea principal exportador y tenga 7 % de personas sin alimento

RDÉ DIGITAL, PANAMÁ.- Según la FAO, es una «paradoja» que América Latina y el Caribe, que es uno de los principales productores y exportadores de alimentos del mundo, tenga un «núcleo duro» de un 7 % de personas con hambre en la región.

En una entrevista con EFE, Adoniram Sánchez, brasileño y coordinador subregional para Mesoamérica y representante de la FAO en Panamá y Costa Rica, afirmó que la dificultad de encontrar una solución al problema del núcleo duro de hambre es la «paradoja» de este asunto.

Según su descripción, los 33 países de la región, incluyendo a los países centroamericanos, proporcionan alimentación a más de 1.500 millones de personas en todo el mundo, con una población de solo 630 millones de habitantes, mientras que aproximadamente un 7 % de la población sufre de hambre.

El 18 al 22 de marzo, en Guyana, se llevará a cabo la Conferencia Regional para América Latina y el Caribe, donde se abordará y evaluará esta cuestión.
Recordó, sin embargo, que en las últimas dos décadas se había avanzado en la disminución del porcentaje de prevalencia del hambre en esta región del mundo.

«Nosotros venimos de un 10 %, llegamos a tener 5,3 %, y estábamos animados hasta 2014, esperando en bajar de 3 % en 2020 y ser considerada una región libre de hambre», detalló, precisando que en números redondos son casi 43 millones de personas que pasan hambre en América Latina y el Caribe.

Sanches expresó que la situación en Centroamérica presenta una evolución fascinante, ya que Panamá experimentó una disminución de 7 % durante la pandemia a 5,7 % en 2022.

Agregó que Costa Rica logró mantener la estabilidad, mientras que en El Salvador, Guatemala y Honduras hubo un aumento de la pandemia de 12 % a 13 % y 14 %, pero que ahora regresa a los mismos porcentajes de personas que habían estado con hambre.

Sanches comentó que les preocupan las políticas para combatir la inseguridad alimentaria, por lo que la FAO, como agencia especializada de Naciones Unidas en alimentos y agricultura, convoca a los ministros de Agricultura, así como a los ministros de desarrollo social y Ambiente, cada dos años (como en el caso de Guyana este mes) para discutir soluciones a estos problemas.

Según datos de un informe de la FAO en colaboración con otros organismos como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) sobre un Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe de 2023.

«En Mesoamérica, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave alcanzó el 34,5 % en 2022, lo que representó un aumento de 0,4 puntos porcentuales, o 1,3 millones de personas adicionales, en comparación con 2021», destaca el informe.

Más de la mitad de la población de Mesoamérica, Guatemala y Honduras, experimentó inseguridad alimentaria moderada o grave entre 2020 y 2022. Belice y El Salvador tienen una prevalencia superior al 45 %, mientras que México y Costa Rica tienen tasas más bajas, con 27,6 % y 16,2 %, respectivamente.

Según este informe, América Latina y el Caribe no están en el camino de cumplir con el ODS 2 (el Objetivo de Desarrollo Sostenible que busca un mundo sin hambre para 2030) ni las metas establecidas por la Asamblea Mundial de la Salud en relación al hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición. A pesar de que la prevalencia del hambre y la inseguridad alimentaria ha disminuido en comparación con 2021, sigue siendo una problemática «las cifras siguen superando los niveles previos a la pandemia y las estimaciones mundiales».

El coordinador subregional de la FAO destacó un aspecto relacionado con la inseguridad alimentaria que se relaciona con un modelo de producción agrícola que está en conflicto con el medio ambiente. Según él, este modelo debe cambiar hacia la innovación tecnológica debido a la presión que ejerce la exportación en la región.

Él destacó que después de seis décadas de producción y exportación, se presenta un pasivo abrumador como la degradación del suelo, la deforestación y las emisiones de dióxido de carbono.

«En la región como un todo, el 57 % de emisión viene de la actividad agropecuaria, estamos hablando de deforestación, ganadería, expansión de Ganadería, y la misma producción agrícola de granos», detalló.

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