RDE DIGITAL, SANTO DOMINGO. – El ataque de Hamás a Israel del pasado 7 de octubre, así como la posterior represalia del Estado judío en la Franja de Ganza, también han trasladado la división social al corazón de Hollywood, donde los principales sindicatos y figuras de la industria se posicionan de uno u otro lado.
El gremio de Directores de Estados Unidos (DGA) fue el primero en pronunciarse al respecto con un comunicado publicado el 11 de octubre en el que condenaban la masacre perpetrada por el brazo armado del grupo islamista Hamás que ha costado la vida a más de 1.400 personas.
«Estamos en contra de la creciente propagación del antisemitismo aquí en los EE.UU. y en el extranjero, y seguimos comprometidos en nuestras acciones, palabras y hechos para apoyar al pueblo judío», aseguraban desde el sindicato.
Tan solo un día después, 700 personalidades de Hollywood, agrupadas bajo la organización sin ánimo de lucro Creative Community for Peace (CCFP), firmaron una carta para condenar los ataques de Hamás a Israel y exigir la liberación de los rehenes retenidos en Gaza.
Entre los firmantes se encontraban Michael Douglas, Gal Gadot, Jamie Lee Curtis, Chris Pine, Mayim Bialik, Liev Schreiber y Amy Schumer, entre otros.
A esta oleada de apoyo también se sumó el Sindicato de Actores de EE.UU. (SAG-AFTRA), que el 13 de octubre hizo circular otra misiva en la que esgrimía que «no hay justificación para el asesinato y secuestro de civiles».
Los bombardeos israelíes, punto de inflexión en Hollywood
Sin embargo, la brutal represalia de Israel contra la Franja de Gaza hizo que otros colectivos prefiriesen no posicionarse.
El caso que más polémica ha suscitado es el del Sindicato de Guionistas de EE.UU. (WGA), que prefirió guardar silencio durante más de 15 días mientras una parte importante de sus miembros criticaba la postura y llegaba a acusar a la institución de «antisemita».
De hecho, más de 300 escritores firmaron una carta abierta el 13 de octubre cargando contra el WGA, con Eric Roth, Matthew Weiner, Jenji Kohan o Amy Sherman-Palladino entre los exponentes más destacados que lo rubricaron.
Asimismo, el «showrunner» (autor-productor) Marc Guggenheim se comprometió a no pagar más sus cuotas como miembro del WGA y el guionista y exsoldado israelí Dan Gordon renunció a su afiliación al sindicato.
Tal fue el revuelo suscitado que la rama del WGA para el oeste de EE.UU. (WGA West) tuvo que pedir disculpas este martes con un comunicado interno que no ha calmado las aguas del todo.
«La decisión del gremio de no emitir una declaración sobre los acontecimientos del 7 de octubre ha causado un dolor en nuestros miembros que no era nuestra intención», se excusaban desde WGA West.
Según esta organización sindical, el motivo detrás de su silencio fue que, aunque se sentían «horrorizados por las atrocidades», sentían que un pronunciamiento en este sentido estaba «fuera del ámbito de un sindicato que representa a escritores estadounidenses».
WGA West tampoco remitió ningún comunicado público sobre los brutales bombardeos de Israel contra la población palestina en la Franja de Gaza.
«Campañas de presión» para apoyar públicamente a Israel
Mientras tanto, otras figuras están usando su altavoz, como un grupo de actores de Hollywood y cantantes autodenominado Artists4Ceasefire (artistas por el alto el fuego), que exhortaron esa medida, ayuda humanitaria para Gaza y la liberación de rehenes, entre ellos Oscar Isaac, Susan Sarandon, Joaquin Phoenix o Dua Lipa.
Además, según el diario Los Angeles Times, miembros del WGA, SAG-AFTRA y DGA han hecho circular otra petición en la que expresan su preocupación por las «recientes campañas de presión» por parte de algunos reconocidos compañeros para que emitan declaraciones de apoyo a Israel «en medio de su actual asedio a Gaza».
Esa petición sólo estaba firmada con las iniciales de las personas debido a la inquietud por posibles consecuencias adversas en sus carreras profesionales.
En esta línea, este mismo miércoles, casi 4.000 artistas han pedido que se retiren sus nombres de una carta que firmaron la semana pasada en la que pedían el alto el fuego en Gaza.
En ese texto se aseguraba que la respuesta en forma de bombardeos que aún mantiene el ejército israelí en el enclave palestino era un «castigo colectivo en una escala inimaginable».